¿Se puede brindar servicio cristiano fuera de la iglesia?
Las oportunidades de servir a Cristo no se limitan a lo que ocurre entre las reuniones de cristianos. Dios nos llama a servirle de muchas maneras. Como enseña Colosenses 3:17: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él". Es más, en Marcos 9:41 Jesús enseñó: "Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa". Ningún acto de servicio es insignificante. La mujer que ungió a Jesús con aceite fue ridiculizada por los demás. Jesús le dijo que la dejara en paz; "ha hecho lo que podía" (Marcos 14:8).
Además de una amplia variedad de oportunidades de ministerio dentro de la iglesia local, Dios ofrece muchos ejemplos de servicio más allá de la congregación local. Es muy importante la actividad misionera que lleva el mensaje del Evangelio a los que aún no lo han oído (Hechos 13:1-5; Mateo 28:18-20; Hechos 1:8).
Por otra parte, muchas formas de servicio humanitario pueden ofrecer una tremenda ayuda a los demás, ofreciendo a la vez oportunidades para compartir la fe. Entre ellas se pueden incluir las áreas que se mencionan en Mateo 25 donde Jesús llama a las personas a servir a los "más pequeños" como por ejemplo: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (vv. 35-36). Hoy en día, los ministerios afines podrían incluir el servicio a los hambrientos, el suministro de agua potable a los que carecen de ella, la ayuda a los que no tienen hogar, el ministerio urbano, los servicios a inmigrantes o refugiados, la lucha contra el tráfico de personas, el suministro de ropa, la actividad de comercio justo, la ayuda al empleo y las microempresas, el ministerio médico, los cuidados a los enfermos terminales, el ministerio penitenciario o el servicio a las fuerzas del orden como ministro o capellán.
Con frecuencia, la Biblia también resalta la importancia de la educación, el cuidado de los niños y el servicio a las viudas. Santiago 1:27 incluso enseña: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo". La pureza personal y el servicio a los necesitados se consideran prioridades absolutas para el creyente.
Un último ejemplo se puede ver en el relato del Buen Samaritano. El hombre que se detuvo a ayudar fue considerado el prójimo del hombre necesitado. Jesús le dijo: "Ve, y haz tú lo mismo" (Lucas 10:37). La aplicación es que los creyentes deben encontrar a los necesitados y hacer un esfuerzo por servir de acuerdo con esas necesidades.
Hay muchos roles para que los cristianos sirvan más allá de los ministerios internos de la iglesia. Las Escrituras nos dan innumerables ejemplos, aunque con frecuencia Dios nos presenta necesidades en las que podemos utilizar nuestros dones, habilidades y recursos para ayudar a los necesitados.
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