¿Se puede probar que Dios existe?

Al examinar la existencia de Dios, la primera pregunta que se debe hacer es: “¿Por qué existen las cosas?” Las siguientes preguntas son: ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué existe algo en vez de nada? Al considerar la pregunta de la existencia de Dios, hay tres respuestas que se proponen popularmente en cuanto a por qué existe algo en vez de nada: (1) El universo es totalmente una ilusión. Nada existe en realidad. (2) El universo siempre ha existido, es auto-existente. (3) El universo llegó a existir debido a algo/alguien que es auto-existente. ¿Cuál es la solución más verosímil?

La idea de que la realidad es una ilusión es principalmente una creencia entre las religiones orientales, tales como el budismo y el hinduismo. La opción que dice que “la realidad es una ilusión” fue refutada por el filósofo René Descartes quien argumentó que si él pensaba entonces debería existir: “Pienso, luego existo”. En otras palabras: “Pienso, así que no puedo ser una ilusión”. Una ilusión requiere que haya algo que experimente la ilusión. Si nada existe, tampoco existe la ilusión. Filosóficamente, dudar de la existencia de uno en realidad prueba que uno existe. “La realidad es una ilusión” es un argumento contraproducente.

Quedan, pues, sólo dos opciones: un universo eterno o un Creador eterno. Algo existe. Algo no puede provenir de la nada. Por lo tanto, algo siempre ha existido. Si se niega la existencia de Dios, un universo eterno es la única opción que queda. Hasta la fecha, toda la evidencia científica y filosófica clave apunta a que el universo tuvo un comienzo. Lo que tiene un principio tiene una causa, y si el universo tuvo un principio, tuvo una causa. El hecho de que el universo tuvo un principio y no es eterno está demostrado por pruebas como la segunda ley de la termodinámica, el eco de radiación del Big Bang, el hecho de que el universo se está expandiendo y la teoría de la relatividad de Einstein.

Además, ¿cómo podría un universo impersonal, sin propósito, sin sentido y amoral resultar en seres que están llenos de personalidad y obsesionados con el propósito, el significado y la moral? Sólo la mente puede crear la mente. Lo que no está vivo no puede producir vida. Lo que no está consciente no puede producir conciencia. La única conclusión lógica y razonable es que un Creador eterno es el ser responsable de crear el universo. El concepto de un universo eterno ha sido refutado filosófica y científicamente. Por lo tanto, existe un Creador eterno.

Teniendo en mente la clara evidencia de que Dios existe, ¿por qué hay tantos ateos? ¿Existen motivos para el ateísmo? No, no los hay. La afirmación fundamental del ateísmo, que "no hay dios", es una declaración filosófica inválida. Negar la existencia de algo no constituye una prueba. Para poder probar que Dios no existe, alguien tendría que estar en cada lugar del universo al mismo tiempo. En otras palabras, para refutar la existencia de Dios, uno tendría que ser Dios. La necesidad de un Creador eterno y existente en sí mismo puede ser probada. El ateísmo no puede ser probado.

Otro asunto fundamental que se debe considerar es el hecho de que la aceptación o el rechazo de la existencia de Dios tienen más implicaciones para la vida, la acción y la moralidad que cualquier otro tema. Si el ateísmo es incorrecto, resultará en consecuencias desagradables (por decir lo menos). Teniendo esto en cuenta, los ateos deberían presentar evidencias concluyentes e innegables de la inexistencia de Dios. El ateísmo no puede lograr estoy, por lo tanto, todo lo que los ateos pueden hacer es tener la esperanza de estar en lo correcto. La eternidad es un tiempo muy largo para estar equivocado.

Así que, ¿tiene justificación intelectual la creencia en la existencia de Dios? Por supuesto. Aunque los ateos afirman que creer en la existencia de Dios es una muleta psicológica, de hecho es el ateísmo el que abandona la realidad con el fin de satisfacer una necesidad psicológica. Si no hay Dios, no hay moralidad, no hay rendición de cuentas y por lo tanto no hay juicio. Si Dios no existe, podemos hacer lo que queramos, cuando queramos, a quien queramos, sin consecuencias eternas. Esa es la verdadera motivación del ateísmo.

En oposición al ateísmo está el Dios de la Biblia que afirma su existencia y declara juicio sobre aquellos que saben dentro de sí mismos la verdad de que Él existe, pero obstruyen esa verdad (Romanos 1:18-21). Es el necio el que dice en su corazón: "No hay Dios" (Salmo 14:1). Negar la existencia de Dios es irracional filosófica, científica y, lo más importante, eternamente.