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El ankh, una T mayúscula con una curva en la parte superior (o una cruz en la que la parte superior se ha sustituido por una lágrima invertida), se utilizaba en la mitología egipcia para representar la vida eterna.
El origen de este símbolo es un tema de debate. Algunos arqueólogos creen que puede ser la trayectoria del sol en el horizonte, o la correa de una sandalia, o la combinación de símbolos simples de los genitales masculinos y femeninos. Algunos han relacionado el símbolo con espejos de mano muy populares que se usaban en la época en Egipto, con una forma similar. La palabra ankh significaba "vida" y también "espejo". Otros ven el símbolo del ankh como un nudo o un lazo. Algunas formas de ankh de épocas más antiguas muestran el brazo inferior, más largo, dividido en dos.
Hoy en día, muchas personas llevan joyas con el símbolo del ankh sin comprender su significado u origen. Algunos lo asocian a la fantasía vampírica por su simbología con la vida eterna. La subcultura gótica también lo utiliza por su relación con el vampirismo y la oscuridad. Otros lo ven como un símbolo de pluralismo religioso, que muestra la igualdad entre muchos caminos hacia la vida espiritual.
La Iglesia Cristiana Copta adoptó el símbolo como su crux ansata, una cruz con un asa.
La Biblia enseña que sólo hay una manera de conectar o tener una relación con Dios, y es a través de su Hijo Jesucristo (Juan 14:6).