¿El sexo es igual al matrimonio?

La respuesta corta a la pregunta de si el sexo es igual al matrimonio es "no". Tener relaciones sexuales no hace que una pareja esté casada ante los ojos de Dios. El matrimonio es mucho más que tener una pareja sexual por el resto de tu vida; el matrimonio es una unión total de ambas personas tanto física, legal y materialmente. Para entender por qué tener sexo no hace que una persona esté casada ante Dios, uno debe entender cómo ve Dios el matrimonio y el sexo.

La Biblia tiene muchos pasajes que advierten contra la inmoralidad sexual, y la fornicación (sexo antes del matrimonio) se incluye dentro de esta gama de actos (Hechos 15:20; 1 Corintios 5: 1; 6:13; Gálatas 5:19; Efesios 5: 3; Colosenses 3: 5; 1 Tesalonicenses 4: 3; Judas 1: 7). Tener relaciones sexuales con tu pareja no te hace casado porque el matrimonio es más que sexo. El sexo no es igual al matrimonio. El matrimonio es la promesa legalmente vinculante de entregarse completamente a otro por el resto de tu vida. El sexo antes del matrimonio es perjudicial porque separa el sexo de esta promesa. Dios, conociendo la belleza y la intimidad del sexo, nos protege de lastimarnos cuando nos dice que reservemos el sexo para el matrimonio.

Dios creó el matrimonio como un pacto, y Él es quien une a la pareja (Mateo 19: 6). El sexo se convierte entonces en el acto de ese pacto al unir a un hombre y una mujer en una intimidad física y espiritual que refleja la unión legal de la pareja (Génesis 2:24). El sexo es una forma de entregarse completamente a otra persona, y el pacto del matrimonio proporciona la libertad y la seguridad para entregarse completamente (Mateo 19: 6). Ésta es una gran promesa, y por eso Pablo escribe que "[Tengamos] todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad conyugal" (Hebreos 13: 4).

Es posible que no esté casado y tenga relaciones sexuales con su pareja con la plena intención de amarlo por el resto de su vida. Si es así, ¿qué le impide hacer esta promesa ante Dios y ante la ley a través del matrimonio? El sexo sin matrimonio se aferra a la opción de alejarse cuando las necesidades de uno no están siendo satisfechas, pero este no es el amor de pacto del matrimonio. Este es el amor que se mantiene a uno mismo primero en lugar de a la pareja. El deseo de Dios es que disfrutemos de todo el amor y el apoyo de las relaciones íntimas y comprometidas y, por lo tanto, nos ha dado la mejor manera en que podemos experimentar esto en la tierra a través del matrimonio.