¿Acaso la Biblia dice algo sobre las salmodias?

Salmodiar tiene tantas variantes que es difícil responder directamente si un cristiano debe hacerlo o no. Como muchas otras cosas que no están específicamente definidas en la Biblia, la respuesta tiene que ver con la motivación.

Las variaciones de las salmodias incluyen vítores como en los eventos deportivos, cantos básicos repetitivos de dos notas, melodías y armonías simples y complejas, y distintas formas de lenguaje, gritos de batalla, gritos de protesta y cánticos.

La Biblia registra muchos cantos de adoración, llamados a la adoración y oraciones (por ejemplo, Efesios 5:19, Colosenses 3:16 y muchos Salmos), pero no nos dice cómo cantar o expresar estas oraciones. El Salmo 95:1-2 nos dice que aclamemos alegremente en honor de Dios. En un sentido técnico, no se especifica exactamente la clase de ruido. Sí sabemos que hay cánticos que desagradan a Dios. Por ejemplo, Dios dijo que ya no escucharía los cantos de los israelitas después de que se apartaran de Él (Amós 5:23; 6:5). Amós también relata que Dios castigó a Israel quitándole la música (Amós 8:3, 10), como también lo hizo en Ezequiel 26:13.

La música en sí no es ni buena ni mala, ni honra ni deshonra a Dios. Llega a serlo según el contenido de la letra, el motivo de los que la interpretan y el tema o propósito de su canto. Podemos aplicar el mismo principio a las salmodias. Las salmodias para honrar a Dios, honran a Dios. En cambio, hacerlo para parecer justo, para entrar en una especie de estado de trance o para repetir cualquier fórmula no es honrar a Dios (ver Mateo 6:5-7, por ejemplo).

Salmodiar un canto o una oración en honor de Dios, para mostrarle agradecimiento o adorarle, para buscar Su dirección o ayuda, puede ser una hermosa expresión. Algunos himnos se utilizaban originalmente como cánticos.

Sabemos que la salmodia es común en algunas religiones orientales como el budismo, en algunas prácticas que se originaron allí (como el yoga) y en algunos rituales de los nativos americanos. Claramente las salmodias religiosas paganas no son bíblicas. Cuando una persona o personas salmodian para conectarse con espíritus malignos, eso es dañino. También es espiritualmente peligroso salmodiar, cantar o repetir mantras para abrir la mente a influencias espirituales indefinidas.

A veces, los católicos utilizan la salmodia en la misa, y otras tradiciones litúrgicas la utilizan, como por ejemplo los luteranos. El Asperges, una salmodia que se basa en las Escrituras, es bíblico. Sin embargo, el Ave María y la Salve Regina, no son bíblicos, ya que son oraciones a María, lo cual es contrario a la Biblia.

Hay que definir y explorar los motivos, el contenido de la letra y el objeto o sujeto de una salmodia. Una vez que se haya descubierto si honra o deshonra a Dios, se puede decir que la salmodia es correcta o incorrecta.