¿Qué requisitos da la Biblia para los ancianos y los diáconos?

Tanto los ancianos (también llamados pastores u obispos) como los diáconos son conocidos como líderes oficiales de las iglesias locales en el Nuevo Testamento. ¿Cuáles son los requisitos?

1 Timoteo 3 y Tito 1 ofrecen cada uno una lista de requisitos relacionados con estos importantes roles en la iglesia. 1 Timoteo 3: 2-7 ofrece los requisitos específicos para los ancianos, enunciando: "Así que el obispo debe ser intachable, esposo de una sola mujer, moderado, sensato, respetable, hospitalario, capaz de enseñar; no debe ser borracho ni pendenciero, ni amigo del dinero, sino amable y apacible. Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto; porque el que no sabe gobernar su propia familia, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios? No debe ser un recién convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo. Se requiere además que hablen bien de él los que no pertenecen a la iglesia, para que no caiga en descrédito y en la trampa del diablo."

Estos rasgos, casi idénticos a los encontrados en Tito 1: 5-9, ofrecen muchos detalles específicos. Entre ellos están 1) ser intachable o de alta integridad, 2) literalmente un "esposo de una sola mujer", lo que indica al anciano como un hombre conocido por su compromiso con una mujer (aunque esto no excluiría a un hombre soltero como Timoteo quien lo era en ese momento), 3) sobrio y disciplinado en su actitud con los demás, 4) hospitalario o amigable con las personas, 5) que tenga la capacidad de enseñar la Palabra de Dios, 6) no un alcohólico, 7) que no sea iracundo ni violento, 8) que no ame el dinero, 9) que dirija bien a su propia familia, 10) no un nuevo converso, 11) y que tenga una buena reputación entre los no creyentes.

La única lista que ofrece requisitos específicos para los diáconos se encuentra en 1 Timoteo 3: 8-12: "Los diáconos, igualmente, deben ser honorables, sinceros, no amigos del mucho vino ni codiciosos de las ganancias mal habidas. Deben guardar, con una conciencia limpia, las grandes verdades de la fe. Que primero sean puestos a prueba, y después, si no hay nada que reprocharles, que sirvan como diáconos. Así mismo, las esposas de los diáconos deben ser honorables, no calumniadoras, sino moderadas y dignas de toda confianza. El diácono debe ser esposo de una sola mujer y gobernar bien a sus hijos y su propia casa."

Los rasgos de carácter para los diáconos son esencialmente los mismos que los de los ancianos. La única excepción notable es que no se requiere que los diáconos tengan la capacidad de enseñar la Palabra de Dios a la congregación local. En cambio, operan como líderes de servicio, ofreciendo ayuda en otras áreas. Algunos usan a los siete sirvientes en Hechos 6 como un ejemplo de los primeros diáconos en la iglesia, aunque el título “diáconos” no se menciona allí.

1 Timoteo 3:11 es a menudo un pasaje controvertido. Las mujeres allí mencionadas, han sido traducidas como "esposas" o "mujeres", las cuales son posibles traducciones. Esto se ha entendido tradicionalmente como las esposas de los diáconos varones. Otros creen que este versículo habla específicamente sobre diaconisas, señalando el papel de Febe en Romanos 16: 1 como un posible ejemplo de una diaconisa o "sirvienta" oficial. Gramaticalmente, ambos puntos de vista son posibles.

Estos dos oficios son claramente importantes en el liderazgo de la iglesia (1 Timoteo 3: 1, 13). El énfasis en el carácter personal, las relaciones familiares y el énfasis en la enseñanza de la Palabra de Dios por parte de los ancianos muestra la importancia de estas áreas para todos los creyentes que buscan crecer en la relación con Dios y con los demás.