¿Forma alguna vez la enfermedad parte de la voluntad de Dios para los creyentes?

En resumen:

La enfermedad no formaba parte del plan original de Dios para la humanidad, pero a través de ella Él se revela y obra todas las cosas para nuestro bien y Su gloria.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La enfermedad no forma parte del diseño original de Dios, ya que Él es santo y se opone al pecado, pero existe como consecuencia de la caída de la humanidad en el pecado. Aunque la enfermedad puede derivarse de los males naturales de nuestro mundo, son raros los casos en la Biblia en los que Dios infligió directamente la enfermedad para enseñar lecciones o disciplinar a los creyentes. En última instancia, la soberanía de Dios significa que Él permite que la enfermedad cumpla Sus propósitos, que pueden incluir demostrar Su poder, traer gloria a Sí mismo, hacer crecer a otros, o guiar a otros a la fe. En tiempos de sufrimiento, Dios se aflige con nosotros y a menudo expresa Su amor a través del cuidado de los demás. Aunque no entendamos Sus planes en el momento, podemos confiar en Su bondad y en que Él hace todas las cosas para nuestro beneficio final.

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Independientemente de si Dios inflige activamente una enfermedad o la permite pasivamente, podemos ver Sus propósitos últimos: traer gloria a Sí mismo y revelarnos Su naturaleza. El poder y la soberanía de Dios le permiten utilizar incluso las circunstancias más adversas para cumplir Su voluntad soberana. Esto puede incluir mostrar Su poder a través de sanidades milagrosas (Juan 9:1-3), traer a los no creyentes a la salvación, o cualquier número de cosas, incluyendo aquellas que sólo Él conoce. No te equivoques: Dios se aflige cuando los que ama sufren. A menudo muestra Su amor y compasión por nosotros a través de otros que nos ministran y cuidan en tiempos de enfermedad (2 Corintios 1:3-5). Y pase lo que pase, podemos confiar en que Dios es bueno, porque ésa es Su naturaleza. Él nunca nos afligirá innecesariamente, y puede utilizar estos momentos de dolor para traer cosas buenas a nuestras vidas o a las vidas de los demás (Romanos 8:28-30). Aunque puede ser difícil sufrir una enfermedad o ver sufrir a nuestros seres queridos, podemos tener fe en que Dios es soberano y se preocupa por cada uno de nosotros. Puede que no veamos Sus planes y propósitos cumplidos durante nuestra vida, pero podemos estar seguros de que Dios sabe lo que está haciendo.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA