¿Qué significa que Dios es justo?

En resumen:

La justicia de Dios es una parte fundamental de Su carácter. Significa que Dios siempre sostiene lo que es moralmente bueno y recto y, debido a Su perfección, tiene la autoridad para castigar lo moralmente corrupto y recompensar lo moralmente justo.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

La Biblia afirma que Dios es el creador de la rectitud y la justicia, siendo Él mismo perfectamente recto y justo (Salmo 89:14). Por lo tanto, Dios es el único Juez justo y perfecto que aplica la justicia sin mostrar parcialidad (Hechos 10:34). Los juicios de Dios y Sus caminos son perfectamente justos e incuestionables (Romanos 11:33). Todo el mundo tendrá que rendir cuentas y enfrentarse a un juicio ante Dios basado en sus obras, ya sean buenas o malas (Romanos 14:12; 2 Corintios 5:10; Apocalipsis 20:11-15). Dios ama la justicia. El salmista David escribió: “Pues el Señor es justo; Él ama la justicia; Los rectos contemplarán Su rostro” (Salmo 11:7). Dios apoya y recompensa a quienes viven una vida justa y nos ordena no maltratar a otras personas, especialmente a los más vulnerables y oprimidos (Hebreos 6:10; Zacarías 7:10; Santiago 1:27). Dios, en Su justicia, aplica el castigo y la venganza a los malhechores y a quienes oprimen injustamente a otros (Colosenses 3:25; 2 Tesalonicenses 1:5-9; Romanos 12:19).

DEL ANTIGUO TESTAMENTO

DEL NUEVO TESTAMENTO

IMPLICACIONES PARA HOY

Comportarse con justicia significa actuar y ser conforme a lo que es moralmente recto y bueno. El concepto de justicia está relacionado con el merecimiento: quienes se corrompen moralmente serán castigados, mientras que los justos serán recompensados. Estos principios de justicia y rectitud son la base sobre la que Dios opera. Sabiendo que Dios es justo, ¿por qué vemos tanta injusticia en el mundo? La respuesta es el pecado (Génesis 3). Desde Adán y Eva, toda la humanidad ha elegido pecar, trayendo maldad e injusticia al mundo (Romanos 5:12-21). Nuestro pecado sigue teniendo efectos en nuestro mundo. Aunque Dios es justo, también es misericordioso y paciente, y no quiere que nadie perezca (2 Pedro 3:8-10). Él ha permitido que el mundo continúe en su estado caído porque anhela redimir, restaurar y liberar a las personas de la esclavitud del pecado y de la muerte. La buena noticia es que Dios amó tanto al mundo que envió a Su Hijo, Jesucristo, para redimir a la humanidad del pecado y de la muerte (Juan 3:16). Jesús murió en la cruz por nuestros pecados, derramando Su sangre perfecta, muriendo en nuestro lugar y recibiendo el castigo que merecíamos (1 Pedro 1:18-20, 3:18). Tres días después, Jesús resucitó de entre los muertos, venciendo al pecado y a la tumba y demostrando ser el Salvador del mundo. Al creer en Jesucristo, somos justificados ante Dios, redimidos y liberados para vivir en justicia como hijos de Dios. Él demostró Su gracia y Su justicia a través del sacrificio de Cristo. “Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por Su sangre a través de la fe, como demostración de Su justicia, porque en Su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo Su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús” (Romanos 3:24-26). ¿Y qué hay de ti? ¿Has creído en Jesús? ¿Te has reconciliado con Dios o sigues cautivo de tus pecados? ¿Estás listo para presentarte ante el trono del juicio de Dios? Dios te ama, es misericordioso y desea que creas en Su Hijo, Jesús, para que recibas vida eterna y comiences una relación para siempre con Él.

COMPRENDE

REFLEXIONA

PONLO EN PRÁCTICA