www.CompellingTruth.org/Espanol

¿Tenemos dos o tres partes? ¿Cuerpo, alma y espíritu o cuerpo y alma/espíritu? ¿Dicotomía o tricotomía?

Cuando Dios creó Su obra de arte más avanzada, los seres humanos, nos creó con elementos tangibles e intangibles. Lo tangible es el cuerpo físico -huesos, órganos, células, etc.- y Dios lo diseñó para que subsista todo el tiempo que hubiese vida física en nosotros. Es la "tienda" en la que moran nuestras partes intangibles. Los aspectos intangibles de los humanos son aquellos que son inmateriales: alma, espíritu, intelecto, voluntad, conciencia, emociones y personalidad, y Dios los diseñó para existir más allá de lo físico. Son estas partes inmateriales de la humanidad las que nos permiten relacionarnos con Dios ya sea por medio de abrazarlo en adoración y obediencia, o por medio de rechazarlo en orgullo e ignorancia. El apóstol Pablo lo resumió brevemente en 2 Corintios 5: 1: "De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas."

“Tenemos de Dios un edificio”, aunque las cualidades intangibles de ese "edificio" a menudo se debaten. ¿Consiste la parte inmaterial del hombre en dos entidades separadas, el alma y el espíritu? ¿O es el alma y el espíritu una entidad única? Cuando Dios creó a Adán, le dio el aliento de vida y Adán "se hizo un ser viviente [Lit., alma]" (Génesis 2: 7 LBLA). No dice que Adán recibió un alma o que tenía un alma, sino que se convirtió en un alma. Sin embargo, otras Escrituras indican que el hombre si tiene un alma. Deuteronomio 4:29 nos dice que busquemos a Dios con toda nuestra alma, lo que indicaría que el alma es algo que el hombre tiene como parte de sí mismo. Deuteronomio 6: 5 nos exhorta a amar a Dios con toda nuestra alma, nuevamente una referencia a algo que existe dentro de nosotros.

El espíritu también se describe en las Escrituras como una parte inmaterial de los humanos y esta palabra a menudo se usa indistintamente con "alma". A diferencia de la descripción de Adán como alma, los humanos nunca son descritos como "espíritus". Tenemos espíritus, pero no somos espíritus. Esta puede ser la única distinción real entre los dos. El espíritu es esa parte de nosotros que se relaciona con Dios quien, cuando Él nos cambia, pone en nosotros un "espíritu nuevo". Ezequiel promete que Dios pondrá un nuevo espíritu en aquellos que lo aman y lo siguen, reemplazando el "corazón de piedra" con un "corazón nuevo" junto con el nuevo espíritu (Ezequiel 11:19, 18:31, 36:26).

El único versículo que realmente se refiere a la separación del alma y el espíritu es Hebreos 4:12: "Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.". Este versículo nos dice al menos dos cosas. El alma y el espíritu aparentemente pueden ser divididos, pero solo sobrenaturalmente por el poder de Dios y Su Palabra. Todavía nos queda por discernir la cuestión de si la humanidad es dicotómica (cuerpo y alma/espíritu) o tricotómica, que tiene tres partes (cuerpo, alma y espíritu). La verdad es que es imposible ser dogmático sobre cualquiera de las dos posiciones. Lo importante es saber que Dios diseñó una creación milagrosa, que se preocupa por ella, y le adoramos con cada parte de ella.

Copyright 2011-2024 Got Questions Ministries - All Rights Reserved.