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¿Qué significa contender por la fe?

En su carta a los creyentes que vivían en Jerusalén, Judas les instó a "contender por la fe" (Judas 1:3). En vez de centrarse en lo que tenían en común en cuanto a su salvación, Judas insta a la iglesia a que se apropie de su fe luchando por ella. Escribe: "Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Judas 1:3). La preocupación de Judas era que el mensaje cristiano del Evangelio - "la fe"- estaba siendo atacado por los falsos maestros y sus herejías. Judas exhorta a sus lectores a contender por el mensaje del Evangelio contra los que tratan de destruirlo.

David Guzik, en su comentario sobre Judas, dice que la palabra griega traducida como "contender" proviene de una palabra atlética asociada a la colchoneta de lucha. Guzik también dice que es una versión reforzada de la palabra "agonizar" y, por lo tanto, se relaciona con el trabajo arduo. Hay una sensación de peligro en la palabra contender, como si hubiera algo que corremos el gran riesgo de perder si no contendemos por la fe. El Espíritu Santo guió a Judas a recordar a los creyentes que debían luchar contra la falsa enseñanza. Es necesario que continuemos luchando por la verdad del evangelio constantemente en nuestras iglesias.

Judas se sintió impulsado a escribir esto porque "algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (Judas 1:4). Los falsos maestros se habían infiltrado en la iglesia. El Nuevo Testamento contiene muchas advertencias a la iglesia sobre los falsos maestros. Los falsos profetas son peligrosos porque son convincentes, por eso Judas instruye a la iglesia sobre cómo responder cuando hay falsos maestros en una congregación: aferrándose a la verdad del evangelio.

Esta exhortación a luchar por el evangelio, o a contender por la fe, se encuentra en otras partes de las epístolas. Primera de Corintios 9:24-27, 1 Timoteo 6:12-14 y Filipenses 1:27 utilizan el lenguaje de la competencia y la victoria. Efesios 6:12 insta al creyente a ser fuerte en el Señor porque tenemos un enemigo real contra el que estamos luchando. Si somos perezosos y retenemos el evangelio a la ligera, dejando que las doctrinas de los hombres, las tradiciones, el legalismo o la liberalidad pesen más que las Escrituras, entonces hemos perdido la batalla. No sólo estamos luchando la batalla por la verdad para nosotros mismos, sino para los que nos rodean, los más débiles o los que son fácilmente engañados, los más jóvenes o los que son propensos a ser influenciados.

Al final de su carta, Judas da instrucciones prácticas sobre cómo contender por la fe y cómo alentar a una congregación que tiene falsos maestros entre ellos: "Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne" (Judas 1:20-23). Debemos contender por la fe edificándonos en ella (2 Pedro 1:5-10), orando en el Espíritu Santo (Efesios 6:18). También debemos ser sensibles a las necesidades de la congregación ya que muchos pueden estar luchando en su fe debido a las doctrinas de los falsos maestros. Debemos odiar la presencia del pecado, pidiendo a nuestros hermanos y hermanas en Cristo que salgan de él, y al mismo tiempo mostrar misericordia a los que dudan.

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