¿Por qué deberíamos estudiar la Biblia?
Las librerías están llenas de libros que intentan ayudarnos a descubrir esta vida. Los libros sobre el matrimonio, la crianza de los hijos, las relaciones y el crecimiento personal ocupan innumerables estantes. Otros dicen ayudar en la recuperación a la adicción y explicar el significado de la vida. Aún más, dan puntos de vista sobre la vida después de la muerte, el bien y el mal, y el origen de la existencia humana. Pero solo la Biblia nos da respuestas a esas preguntas, y más, directamente del Dios que nos creó. La Biblia es las palabras inspiradas de Dios para nosotros. Ningún libro de autoayuda especulativo puede acercarse a las palabras de nuestro Creador. Debido a que la Biblia es la Palabra de Dios directa, exhalada por su Espíritu Santo (2 Timoteo 3:16), es precisa, confiable e infalible. La ciencia en la Biblia es precisa porque la Biblia fue dada por Aquel que creó el mundo. La evidencia científica, geológica e histórica es consistente con los relatos bíblicos. Sabemos que la Biblia es confiable porque Dios dio la confirmación de los escritores al facultarlos para realizar milagros. También sabemos que es exacta debido a la multitud de profecías y sus cumplimientos consistentes y específicos. Ningún otro libro sagrado tiene tal fundamentación. Debido a estas pruebas obvias y visibles, podemos confiar en que las palabras no comprobables en la Biblia también son verdaderas. Se puede confiar en un libro con tantas verdades físicas como espirituales.
Aunque las sociedades, las culturas y las tecnologías han cambiado a lo largo de los años, el carácter de Dios sigue siendo el mismo. Las verdades universales de Dios no se alteran. La Biblia, escrita en el transcurso de 4500 años, muestra esto. Apenas 2000 años después, la Palabra de Dios es tan relevante para nosotros ahora como lo ha sido siempre. La humanidad todavía es pecaminosa, todos buscamos un sentido y la felicidad de maneras vanas, y Dios siempre es paciente, esperando que lo reconozcamos (2 Pedro 3:9). La Biblia muestra que esto siempre ha sido así, y luego nos muestra que Dios siempre es la respuesta.
Este es un mensaje impopular, si se tienen en cuenta todos los volúmenes en las librerías. Cada uno está escrito por una persona, utilizando el intelecto humano y la especulación para tratar de darle sentido al mundo. Solo la Biblia está inspirada por Dios, y estudiarla nos llenará con la verdad de que podremos reconocer mejor las mentiras que nos rodean. Solo la Biblia es la propia descripción que Dios hace de Sí mismo; cualquier otra narración es arrogancia humana o engaño del enemigo. Solo la Biblia contiene la descripción de Dios de cuánto nos ama (Romanos 5:6-8; Juan 3:16) y cómo estamos diseñados para amarlo (1 Juan 4:19). Y solo la Biblia muestra cómo podemos unirnos a Dios por la eternidad, ser liberados de nuestros pecados por el sacrificio de su Hijo, únicamente, y no por ningún esfuerzo de nuestra parte (Juan 14:6; Efesios 2:1-10; Isaías 53: 6; Romanos 3:10-18, 5:8, 6:23, 10:9-13).
Entonces la Biblia nos muestra cómo responder al amor y a la gracia de Dios sirviéndole (2 Timoteo 3:17; Efesios 6:17; Hebreos 4:12) y viviendo la vida que Él quiso para nosotros (Josué 1:8; Santiago 1:25). Nos enseña cómo rechazar el pecado en nosotros mismos (Salmo 119: 9, 11) y en el mundo (Romanos 12:2, Santiago 4:4). Cómo enfocarse en lo que realmente importa (1 Timoteo 6:17). Y cómo participar activamente en el plan de Dios (1 Corintios 9:23).
La Biblia también nos da ejemplos de lo que sucede cuando las personas viven según la voluntad de Dios y lo que sucede cuando no lo hacen. Adán y Eva, Ananías y Safira, y los hijos de Israel muestran que el pecado puede parecer prudente en ese momento, pero la rebelión contra Dios siempre termina en daño. Josué, Jeremías y Pablo demuestran que seguir a Dios a menudo es difícil, pero lleva recompensas al final y alegría en el momento. Y David y Pedro son ejemplos clásicos de cómo un corazón humilde le permite a Dios trabajar a través de un carácter imperfecto.
La Biblia es el único libro inspirado por Dios, lleno de lo que Él quiere que comprendamos. Leerlo es leer un mensaje personal para nosotros, escrito por Dios mismo. Ignorarlo es rechazar su método principal de comunicarse con nosotros. Dios quiere que comprendamos quién es Él, quiénes somos, cómo podemos reconciliarnos con Él y cómo podemos vivir vidas fructíferas y alegres. Para ese fin, Él nos dio las Escrituras. Mientras más estudiemos la Biblia, más ganaremos.
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