Facebook
Twitter
Pinterest
Email
Por las Escrituras sabemos que el divorcio, en la mayoría de los casos, es pecado (Mateo 19:1-9). También sabemos que Dios perdona el pecado (Colosenses 1:13-14). Por supuesto, si el pecado descalifica a alguien para pastorear una iglesia, entonces no habría pastores.
No obstante, también somos conscientes de que los pastores están sujetos a una norma más estricta. Primera de Timoteo 3 y Tito proveen calificaciones para ancianos y diáconos. Primera de Timoteo 3:2 y Tito 1:6 incluyen la calificación de que un pastor o anciano debe ser "marido de una sola mujer". La interpretación correcta de estos versículos ha sido motivo de discusión. Algunos creen que el hombre calificado nunca debe haber estado casado con más de una mujer. Algunos creen que un hombre calificado cuya esposa muere no debe casarse con otra mujer. Algunos creen que un hombre cualificado no debe estar casado con más de una mujer a la vez. Algunos creen que un hombre debe estar casado para ser pastor. Después de un estudio más profundo, parece que ninguna de estas interpretaciones era precisamente la intención de Pablo.
La frase griega original utilizada significa literalmente "hombre de una sola mujer". Pablo estaba enfocado en la integridad y moralidad del pastor y también pudo haber querido decir que un pastor solo tiene ojos para su esposa, por usar una frase moderna.
Un hombre que se casa con otra mujer después de un divorcio puede o no calificar para ser pastor. Algunos dirían que no ha sido irreprochable ni capaz de administrar bien su propia familia, como exige 1 Timoteo 3:2-4. Algunos deliberan si tal hombre se divorció por una razón bíblica, o si experimentó una conversión al cristianismo después del divorcio.
Aquí, creemos que el perdón y la misericordia de Dios permiten que un hombre que se ha divorciado en el pasado califique para el pastorado. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Los ancianos y aquellos que toman una decisión sobre un candidato al pastorado deben pedir sabiduría a Dios (Santiago 1:5) e investigar la historia más reciente de la facultad de un candidato para administrar bien su hogar, ser fiel a su esposa actual y mostrar integridad moral. Debe cumplir los requisitos de 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:6-9, incluido el de no ser un recién convertido. Pero en nuestra opinión, un hombre que se divorció antes de ser salvo no está descalificado para el pastorado.
Al valorar la candidatura de una persona para ser contratada como pastor, podemos dar gracias porque Dios perdona nuestro pecado y podemos vivir una vida nueva (Romanos 6:4). "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2 Corintios 4:6).