¿En qué sentido es la paciencia un fruto del Espíritu Santo?

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Del Antiguo Testamento

  • Moisés tuvo mucha paciencia con los israelitas. Tenía la tarea de reunir a unos cuantos millones de esclavos, enseñarles lo que Dios le había ordenado y convertirlos en una gran nación. En todo momento, los israelitas hicieron todo lo posible por frustrar a Moisés: se quejaban de la comida, amenazaban con volver a Egipto y desafiaban su autoridad.
  • Cuando Dios le dijo a Moisés que destruiría a los israelitas rebeldes y haría de Moisés el padre de una gran nación, Moisés intercedió por ellos, respondiendo:
  • «Oh Señor, ¿por qué se enciende Tu ira contra Tu pueblo, que Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: “Con malas intenciones los ha sacado, para matarlos en los montes y para exterminarlos de la faz de la tierra”? Vuélvete del ardor de Tu ira, y desiste de hacer daño a Tu pueblo» (Éxodo 32:11-12).
  • Aunque Moisés cometió sus errores (Éxodo 32:19; Números 20:8-11), durante cuarenta años guio a un pueblo obstinado y lo llevó sano y salvo hasta la frontera de la Tierra Prometida.
  • A menudo se presenta a Job como la personificación de la paciencia. Soportó la pérdida de sus posesiones, sus hijos, su salud y el apoyo de su esposa, pero lo asumió con paciencia. Cuando la esposa de Job le dijo: "Maldice a Dios y muérete", él respondió:
  • «Como habla cualquiera de las mujeres necias, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?» (Job 2:10).
  • Job sabía que Dios tenía control sobre su situación y su sufrimiento. Tuvo la paciencia de esperar el desarrollo del plan de Dios, llegando a decir:
  • «Aunque Él me mate, En Él esperaré» (Job 13:15).
  • Jeremías es otro gran ejemplo de paciencia. Profetizó a la nación de Judá durante cuarenta años y nadie le prestó atención. En lugar de rendirse, lloró por el pueblo necio que se negaba a apartarse de su pecado. Dios le prohibió a Jeremías casarse (Jeremías 16:2), los amigos de Jeremías lo abandonaron y su mensaje irritó tanto al pueblo que lo arrojaron a una cisterna (Jeremías 38:1-13).

Del Nuevo Testamento

  • El mayor ejemplo de paciencia es Dios mismo. La Biblia nos dice que la paciencia de Dios nos lleva al arrepentimiento:
  • «¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?» (Romanos 2:4).
  • La paciencia de Dios nos salva del juicio:
  • «¿Y qué, si Dios, aunque dispuesto a demostrar Su ira y hacer notorio Su poder, soportó con mucha paciencia a los vasos de ira preparados para destrucción?» (Romanos 9:22).
  • La paciencia de Dios nos da la salvación:
  • «y consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, tal como les escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada» (2 Pedro 3:15).
  • Gálatas 5:22 dice:
  • «Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad»
  • La palabra griega para paciencia en este versículo es makrothumia, que significa paciencia o longanimidad.
  • La paciencia de Dios cambia completamente nuestras vidas:
  • «Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna» (1 Timoteo 1:15-16).

Implicaciones para hoy

La palabra griega makrothumia es un compuesto de dos palabras que significan "largo" y "temperamento" (o ira). Makrothumia equivale a la idea de "tardar en airarse"; una persona paciente puede soportar muchas provocaciones antes de reaccionar. La paciencia de Dios tiene un propósito: retrasar el juicio para que podamos buscarlo y escapar de la condena. Los profetas reflejaron esta paciencia, y nosotros también deberíamos hacerlo. El juicio se acerca, pero incluso ahora: «El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento» (2 Pedro 3:9). Mediante la acción del Espíritu en nuestras vidas, podemos mostrar una paciencia piadosa hacia el mundo que nos rodea.

Comprende

  • La paciencia es cultivada en los creyentes por el Espíritu Santo, lo que permite la resistencia y la longanimidad.
  • La paciencia es un fruto del Espíritu porque es un rasgo del carácter de Dios.
  • A través del Espíritu, los creyentes pueden mostrar gracia y moderación, incluso frente a desafíos y provocaciones.

Reflexiona

  • ¿Cómo has experimentado que el Espíritu Santo cultiva la paciencia en tu vida durante circunstancias difíciles?
  • ¿En qué aspectos de tu vida te cuesta mostrar paciencia y cómo puedes confiar en la ayuda del Espíritu?
  • ¿De qué manera el reconocer la paciencia de Dios hacia ti te inspira a extender esa paciencia a los demás?

Ponlo en práctica

  • ¿De qué manera los ejemplos bíblicos como Moisés, Job o Jeremías te desafían y animan a practicar la paciencia hoy?
  • ¿Qué significa para ti, como creyente, reflejar la paciencia de Dios en tus interacciones con los demás?
  • ¿Cómo puede el Espíritu Santo ayudarte a mostrar paciencia en un mundo que a menudo prioriza los resultados inmediatos?