¿Qué dice la Biblia?
En el Antiguo Testamento, hay personajes bíblicos que hacen gala de una paciencia increíble, como los años de paciencia de Moisés con los israelitas, la longanimidad y paciencia de Job a pesar de Sus muchas pruebas y tribulaciones [nota: las pruebas eran de Job, pero permitidas por Dios, se mantiene minúscula si se refiere a Job], y la paciencia de Jeremías con Judá a pesar de sus deplorables acciones hacia él. El ejemplo más poderoso de paciencia se encuentra en la propia naturaleza de Dios. Su paciencia nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4), nos salva del juicio (Romanos 9:22), y la "perfecta paciencia" de Jesús es un ejemplo para aquellos que creen en Él para vida eterna (1 Timoteo 1:15-16). Por último, la paciencia de Dios nos concede el inestimable don de la salvación (2 Pedro 3:15). Nosotros, como creyentes, podemos tener paciencia incluso en las circunstancias más difíciles porque tenemos al Espíritu Santo obrando en nuestras vidas (Gálatas 5:22).