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El Salmo 14:1 y el Salmo 53:1 dicen: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios". ¿Qué significa esta expresión?
Algunos han interpretado estas palabras para decir que los ateos no son inteligentes. Sin embargo, muchos ateos a lo largo de la historia han tenido un nivel de inteligencia muy alto. Además, la palabra "necio" que se usa en los Salmos se refiere habitualmente a alguien que vive de forma moralmente opuesta a las enseñanzas de Dios. Por tanto, este dicho no está relacionado con la inteligencia, sino con la moralidad.
Por supuesto, no pretendemos acusar a todos los ateos de ser personas inmorales. El énfasis está en que aquellos que afirman que "no hay Dios" creen y viven de una manera que se opone al plan de Dios para nuestras vidas. Ya sea que un ateo viva inmoralmente o no, es verdad que vivir como si Dios no existiera se opone a las enseñanzas de la Palabra de Dios.
Sin embargo, lo más preocupante con respecto a los ateos es que su eternidad sin fe en el Hijo de Dios, Jesucristo, supondrá la separación eterna de Dios en el infierno. Romanos 1:18-20 dice que la ira de Dios está sobre aquellos que se apartan de Dios: "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa". Se dice que quienes niegan a Dios no tienen excusa y serán condenados a no ser que crean en Jesucristo (Juan 3:16).
Entonces, ¿cómo deberíamos entonces los cristianos tratar a los que afirman que Dios no existe? Está claro que Dios ama a todas las personas, incluso a las que no creen en Él (Juan 3:16). Del mismo modo, nos ha llamado a ir y hacer discípulos a todas las personas (Mateo 28:18-20). Debemos mostrar el amor de Dios a los que no creen en Él y compartir el mensaje de fe en Jesucristo, orando para que Dios abra el corazón de las personas hacia Él.
Por otra parte, los discípulos de Cristo están llamados a vivir una vida que convenza a los que no creen. Mateo 5:16 dice: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".
Finalmente, estamos llamados a estar preparados para dar razón de la esperanza que hay en nosotros. Primera de Pedro 3:15-16 dice: "sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo". Cuando vivimos nuestra fe y aprendemos todo lo que podemos sobre la Palabra de Dios y sus enseñanzas, Dios nos puede usar con gracia y eficacia para ayudar a los que dudan de Él y así cambiar vidas para la eternidad.