¿Qué dice la Biblia sobre las misiones mundiales?
Aunque la Biblia menciona las misiones en todo el mundo, la expresión "misiones mundiales" no aparece. Ciertamente, Dios tiene en mente las misiones (Lucas 19:10) y extiende Su amor por todo el mundo (Juan 3:16). Dios, como muestran las Escrituras, creó a todas las personas, las ama a todas y desea que todas se salven al conocer y aceptar la verdad sobre Jesucristo (1 Timoteo 2:4). Las misiones mundiales, la difusión del Evangelio a todas las naciones y a todos los grupos étnicos, forman parte del plan y el mandato de Dios a Su pueblo (Isaías 9:2; Hechos 1:8).
En la Gran Comisión, Jesús les dice a Sus discípulos: "haced discípulos a todas las naciones" (Mateo 28:19), y en Hechos 1:8 les dice "... me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".
El trabajo de Pablo para establecer y edificar iglesias lo llevó por gran parte de Europa. Escribió: "...me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán" (Romanos 15:20-21). El libro de los Hechos muestra la labor misionera, las misiones mundiales, de los primeros discípulos y seguidores de Jesús.
Puesto que cada persona está infectada por el pecado y merece el castigo de la muerte (Romanos 3:23; 6:23), cada persona necesita oír y responder a las buenas nuevas de que Jesús vino a ofrecerse como sacrificio por sus pecados, murió en la cruz y luego resucitó de entre los muertos victorioso sobre el pecado y la muerte. "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" (Romanos 10:14-15). Las misiones mundiales son una respuesta legítima al amor de Dios por todas las personas y a Su deseo de que todos lleguen a conocerle a través de Cristo (1 Timoteo 2:4).
Sabemos que personas de todas las naciones, o pueblos, estarán representadas en el cielo (Apocalipsis 21:22-27). Incluso cuando los ángeles anunciaron el nacimiento de Jesús declararon que el nacimiento del Salvador causaría "gran gozo, que será para todo el pueblo" (Lucas 2:10). Cuando compartimos el Evangelio, compartiendo las buenas nuevas con alguien o ayudando a otros a ir a compartir el Evangelio con personas lejanas, estamos cumpliendo lo que escribió Isaías en Isaías 52:7 "¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!".
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