¿Por qué son importantes los ministerios de grupos pequeños en la iglesia?

Hay casi la misma cantidad de creencias sobre los estudios bíblicos en grupos pequeños como iglesias. Las iglesias adaptan sus grupos pequeños con diferentes metas y estructuras dependiendo de la gente, las necesidades, la iglesia y el lugar.

Una iglesia puede elegir tener un ministerio de grupos pequeños para reforzar la cultura de la iglesia. El modelo de grupos celulares es el más supervisado. El responsable del ministerio de grupos pequeños supervisa a varios mentores, que a su vez supervisan a diferentes líderes de grupos pequeños. A todos los miembros de la iglesia se les anima a asistir a un grupo celular donde pueden tener comunión y estudio, pero también donde están bajo un sistema organizado de autoridad con el propósito de participación en la iglesia, discipulado, y, si es necesario, disciplina-muy parecido a la estructura que Jetro sugirió a Moisés en Éxodo 18. El ministerio de grupos pequeños basado en sermones refuerza la cultura de la iglesia a través del programa de estudios de los grupos pequeños. Cada grupo pequeño debe repasar el sermón de la semana y profundizar en su estudio y aplicación. La misión del modelo de grupos pequeños promueve una cultura de trabajo y servicio. Con frecuencia, los grupos son mucho más grandes -hasta cincuenta personas por grupo- y se dividen estratégicamente en equipos más pequeños para apoyarse mutuamente, aunque se reúnen todos juntos para las reuniones relacionadas con las actividades de la iglesia. Cada uno de los grupos se concentra en un área, por ejemplo, ayudar a las madres solteras o ministrar a las personas de una zona geográfica determinada.

Algunas iglesias orientan sus grupos pequeños para alcanzar y atender a un grupo demográfico específico. Los padres jóvenes, las personas mayores y los solteros se pueden beneficiar de las reuniones con otras personas que conocen sus necesidades específicas. Los grupos pequeños establecidos en los barrios brindan la oportunidad de "vivir la vida juntos", es decir, de tener más oportunidades para animarse y compartir experiencias. Muchos de estos grupos también tienen la ventaja de ser multigeneracionales y representativos de las diferentes circunstancias de la vida, brindando así diversas perspectivas para la edificación y quizás más oportunidades para servirnos unos a otros. Por supuesto, los grupos intergeneracionales no siempre tienen que ser específicos de un lugar. Por ejemplo, los grupos de rehabilitación agrupan a personas que afrontan el duelo, la adicción u otros problemas específicos.

En términos generales, los grupos pequeños están diseñados para un discipulado más profundo y una mayor comunión dentro del cuerpo de la iglesia. Sin embargo, algunas iglesias desarrollan ministerios de grupos pequeños más específicamente para el crecimiento y el desarrollo del liderazgo. En estos casos, se espera que los miembros inviten a otros a su grupo. A medida que los recién llegados se sienten cómodos, se unen a la iglesia. Los líderes de los grupos pequeños escogen a un discípulo para enseñarle. Una vez concluida la formación, los nuevos líderes se quedan con la mitad del grupo o salen a reclutar miembros para un nuevo grupo. De este modo, los grupos pequeños son el principal medio de crecimiento de la iglesia.

No hay nada malo en utilizar un ministerio de grupos pequeños como una herramienta administrativa, o un grupo de rehabilitación, o incluso una incubadora para nuevos líderes y maestros. Sin embargo, esos son programas, no propósitos. El propósito debe ser hacer y desarrollar discípulos de Jesús. Un grupo pequeño debe ser un lugar donde las personas puedan aprender a amar a Dios con pasión y fe -con sus vidas- y amar a los demás (Lucas 10:27). En última instancia, el formato y la estructura no importan, siempre y cuando las personas estén creciendo espiritualmente, recibiendo apoyo y alcanzando a otros.