¿El hecho de que Dios mate a la gente lo convierte en un asesino?

Algunos afirman que el hecho de que Dios juzgue a muchas personas con la muerte en la Biblia lo convierte en un asesino. ¿Acaso es cierto?

El error de esta acusación está en cómo se define el asesinato. Asesinato es planear injustamente la muerte de alguien. En otras palabras, matar para defenderse o en tiempo de guerra no se puede considerar un asesinato. El asesinato implica matar a alguien que es inocente o que no merece o no es digno de muerte.

Definido de esta manera, queda claro que Dios no es un asesino. Para empezar, Él es el único que puede determinar quién merece la muerte, de qué manera y en qué momento. Él permite que las personas mueran en las distintas etapas de la vida y de diferentes maneras, y sólo Él conoce perfectamente la mejor manera en que la vida de cada persona debe desarrollarse y completarse.

Además, cuando Dios juzga mediante la muerte directa, la Escritura explica por qué decide hacerlo. Por ejemplo, en el caso de Sodoma y Gomorra, Dios prometió perdonar a toda la ciudad si sólo se encontraban diez personas justas (Génesis 18:32). Por lo visto, se encontraron menos de diez, ya que Dios destruyó la ciudad, salvando sólo a Lot y a sus hijas (Génesis 19).

En el Nuevo Testamento, encontramos un poderoso ejemplo del juicio de Dios a través de la muerte en Hechos 5. Un matrimonio llamado Ananías y Safira había vendido un campo y llevó el dinero de su venta a los apóstoles. Se quedaron con una parte del dinero de forma engañosa y actuaron como si lo hubieran dado todo. Al ser confrontados, los dos esposos mintieron; y Dios los juzgó con la muerte inmediata. Esto no se consideró un asesinato, sino el juicio de Dios sobre ellos (Hechos 5:11).

Además, la Biblia es clara en cuanto a que cuando se trata del pecado, nadie es inocente. Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Sin Su gracia, nadie viviría. El juicio de Dios sobre algunos revela Su santidad y se utiliza para instruir a otros a vivir en el temor de Él.

Dios llama a todas las personas a la fe en Cristo, ofreciéndoles la vida eterna para librarse de las consecuencias de la muerte separados de Él. Esto se otorga a través de la confianza en Jesús (Juan 3:16), sólo por gracia a través de la fe (Efesios 2:8-9). Dios creó un camino para escapar del juicio, del pecado y de la muerte a través de Jesús: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).