¿Qué es el manto de alegría (Isaías 61:3)?

Isaías 61 habla de un manto de alegría que el pueblo de Dios lleva puesto. El manto de alegría es una metáfora que significa estar vestido de agradecimiento y alabanza al Señor. Un manto de alegría es visible para todos los que te ven, y cubre todo lo que haces. ¡Imagina el gozo que habita en el corazón de la persona que glorifica tanto a su Salvador a tal punto que lo cubre como si fuera un manto!

Este pasaje es esencialmente la declaración de la misión de Jesús, en la que describe lo que ha venido a hacer a la tierra y nos da una idea de lo que siente por Su pueblo. En este pasaje se encuentra la promesa de que Cristo dará a Su pueblo un "manto de alegría en lugar del espíritu angustiado" (Isaías 61:3). Esta frase se encuentra entre una lista de frases similares, que proclaman cómo Cristo traerá vida a Su pueblo. Este pasaje nos revela que Jesús está obrando para traer sanidad y restauración a nuestros corazones: Él quiere que Su pueblo esté gozoso y se sienta pleno.

Jesús nos ofrece una mejor interpretación de este pasaje cuando fue a enseñar en la sinagoga en Lucas 4. Jesús lee,

"El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.

Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros" (Lucas 4:18-21).

Jesús se identifica a sí mismo como el Ungido que traería buenas nuevas, proclamaría la libertad, consolaría a los enlutados y daría óleo de gozo y manto de alegría. Sin embargo, hace una importante distinción entre Sus propósitos en la primera y en la segunda venida al detenerse en medio del versículo dos de Isaías 61. El ministerio de Jesús en la tierra trajo "el año agradable del Señor," y todavía tenemos que ver "el día de venganza del Dios nuestro". Esto también significa que no veremos el cumplimiento perfecto de Isaías 61:2b-4 hasta la segunda venida de Cristo.

Hoy tenemos un anticipo del consuelo de nuestro Salvador, la hermosa gloria en lugar de ceniza, el óleo de gozo en lugar de luto, y el manto de alegría en lugar del espíritu angustiado, aunque estas promesas sólo se cumplirán por completo cuando Jesús venga nuevamente a la tierra.