¿Qué dice la Biblia?
Santiago 3:1 te dice que los que enseñan la Palabra de Dios serán juzgados más estrictamente debido a la tremenda influencia que tienen los maestros. En el Antiguo Testamento, los que descarriaban al pueblo de Dios tergiversando Su palabra sagrada eran castigados con la muerte (Deuteronomio 13:1-5). Dios tiene en alta estima la responsabilidad de quienes asumen el papel de guiar a otros, como hacen los maestros. La Biblia muestra que Dios ha otorgado a ciertas personas el don espiritual de enseñar, y pretende que administren ese don para hacer avanzar Su reino (Efesios 4:11-12; Romanos 12:6-8; 2 Timoteo 4:2). Según las Escrituras, los maestros deben servir generosamente a los demás y ayudarles a crecer en la fe y en el conocimiento de Cristo (Gálatas 5:13). Deben conocer la Palabra de Dios y manejarla correctamente (2 Timoteo 2:15), así como permitir que Su Espíritu obre la verdad en sus propias vidas (Filipenses 2:12-13; 2 Timoteo 3:16-17). Los maestros espirituales deben ejemplificar lo que es “enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado” (Mateo 28:20; cp. Santiago 1:22). Deben ejemplificar las buenas obras de la fe, ser irreprochables (1 Timoteo 3:2-7) y vigilar cuidadosamente sus palabras, ya que los demás les toman como ejemplo. Tú, como cristiano, también debes estar tan familiarizado con la verdad de la Palabra de Dios que reconozcas la enseñanza incorrecta cuando la oigas (Salmo 119:99; 2 Timoteo 4:3-4).