¿Qué es la literatura sapiencial?

La literatura sapiencial es un género literario que consiste en declaraciones de sabios que enseñan sobre la vida, la virtud y la naturaleza de Dios. El Antiguo Egipto y la Antigua Grecia produjeron algunas obras muy conocidas, como las Instrucciones de Kagemni, las Máximas de Ptahhotep, los Trabajos y Días de Hesíodo y las Meditaciones de Marco Aurelio. Sin embargo, los ejemplos más famosos de literatura sapiencial se encuentran en la Biblia.

Los libros de Job, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares y partes de los Salmos pertenecen al género de la literatura sapiencial. Las iglesias ortodoxa oriental y católica también incluyen Ben Sira (también llamado Sirácida o Eclesiástico) y la Sabiduría de Salomón (también llamado Libro de la Sabiduría) en los Apócrifos.

La literatura sapiencial se diferencia de otros libros del Antiguo Testamento en que sus autores eran sabios y no profetas o sacerdotes. Los sacerdotes y profetas normalmente se ocupaban de temas religiosos y morales, mientras que los sabios solían centrarse en los aspectos prácticos de la vida y en los desafíos intelectuales que surgían al considerar la experiencia humana.

Los sabios a menudo utilizaban sus observaciones del mundo natural, así como su experiencia vivida, para compartir un pensamiento de sentido común y soluciones prácticas. Salomón, el principal escritor de Proverbios, declara en Proverbios 1:2-4 su propósito al escribir el libro. Su propósito era "entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura". La sabiduría que compartían estos sabios debía tener aplicaciones prácticas para la vida cotidiana de todas las personas. No debía reservarse sólo a los intelectuales o a los adultos bien instruidos, sino que era también para los "simples " y los "jóvenes". La sabiduría compartida tenía por objeto producir una sociedad llena de rectitud, justicia y equidad.

Salomón afirma que "el temor del Señor es el principio de la sabiduría" (Proverbios 1:7). En el Nuevo Testamento, Santiago afirma que "si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada" (Santiago 1:5). Aquí vemos que la sabiduría viene de Dios y que Él desea que Su pueblo la tenga. Dios nos ha dado generosamente Sus palabras en la Biblia, y eso incluye los libros de literatura sapiencial que en ella se encuentran. Los lectores que acuden a Dios en busca de sabiduría y dedican tiempo a estudiar la literatura sapiencial de la Biblia ciertamente obtendrán más sabiduría que los lectores que no lo hacen.