¿Da la Biblia un límite de edad humana?

Del Antiguo Testamento

• En Génesis 6:3, Dios dice: “Entonces el Señor dijo: «No luchará Mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años»”. ¿Está diciendo Dios que la humanidad nunca vivirá más de 120 años? Teniendo en cuenta que Noé tenía 600 años en el momento del diluvio y vivió otros 350 años, esta interpretación es problemática. En las siguientes generaciones los hombres vivieron 500, 403 y 207 años. Moisés vivió hasta los 120 años y, desde entonces, muy pocos han vivido más. Pero Moisés nació varios cientos de años después de esta promesa, lo que parece crear una contradicción.
• Debes comprender el contexto de este versículo. Esto fue antes del diluvio, cuando las edades de las personas regularmente llegaban a los 900 años. La gente era malvada (de ahí la renuencia de Dios a “permanecer en” ellos o “contender” con ellos). Eran tan malvados que Dios decidió hacer borrón y cuenta nueva, por así decirlo, y reiniciar la raza humana. Es más probable que Génesis 6:3 diera una cuenta atrás para la llegada del diluvio.
• En Génesis 5:32 se dice que Noé tenía 500 años. Tenía 600 cuando llegó el diluvio, lo que deja un lapso de solo 100 años, no 120. Pero Génesis 5:32 es el último versículo en una línea de genealogías, dando las edades de los hombres en el nacimiento de sus hijos y sus muertes. No tiene nada que ver con el momento del diluvio. Génesis 6 es una vuelta a la narración, que no sigue necesariamente al capítulo 5. Así, el texto hace una pausa en el relato para dar la genealogía desde Adán hasta Noé (algo común en la Biblia), y luego vuelve al relato. Lo que significa que desde Génesis 6:3, Dios solo permitió 120 años antes de destruir al pueblo malvado. Luego esperó a que nacieran los hijos de Noé para encargarle a Noé la construcción del arca.
• Otro pasaje que parece indicar un límite de edad humana es el Salmo 90:10, escrito por Moisés: “Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de mayor vigor, a ochenta años…”. El versículo parece decir que los seres humanos solo pueden vivir hasta los 70 u 80 años, un sentimiento extraño viniendo de alguien que vivió hasta los 120 años. Pero los Salmos pretenden expresar verdades espirituales, no necesariamente hechos científicos. Este salmo trata de la fragilidad de la vida humana ante la ira de Dios por tu pecado. La segunda mitad del versículo dice: “Con todo, su orgullo es solo trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos”. Aunque algunas vidas se caracterizan por el “trabajo y pesar” constantes, esta no es una experiencia humana universal. Y la imagen de los muertos volando, aunque metafórica, no es exactamente literal. Como en la poesía moderna, Moisés utiliza metáforas para expresar verdades, no hechos.

Del Nuevo Testamento

• ) conforman tu comprensión de cómo vivir con propósito?
• ¿Cuáles son algunas formas prácticas de aplicar la perspectiva bíblica sobre la brevedad de la vida a tu vida cotidiana y a tus interacciones con los demás?
• ¿Cómo puede motivarte el reconocimiento de la fugacidad de la vida a influir positivamente en tus comunidades?

Implicaciones para hoy

Aunque la Biblia no te da un límite de edad humana, reconocer la brevedad de la vida te llama a vivir con intencionalidad y propósito. Comprender que tus días son limitados debería desafiarte a dar prioridad a lo que realmente importa: tus relaciones, tu carácter y tu camino espiritual. En un mundo que a menudo valora el éxito temporal y las ganancias materiales, aceptar la realidad de la fugacidad de la vida te anima a centrarte en lo que tiene un significado eterno. Esta perspectiva te motiva a buscar una conexión más profunda con Dios, a amar a los demás genuinamente, y a usar tu tiempo sabiamente, sabiendo que cada momento es una oportunidad para reflejar el amor de Cristo y tener un impacto duradero. La vida es corta, y vivirla bien significa alinear tus acciones con la voluntad de Dios, aprovechar al máximo tu tiempo en la tierra para glorificarlo y darlo a conocer, e invertir en lo que perdura más allá de esta vida.