Facebook
Twitter
Pinterest
Email
Un cristiano es una persona que sigue a Jesucristo. Un líder es una persona que influye en otros. La pregunta es: ¿Qué es lo que hace única a una persona cristiana que sirve en el liderazgo? ¿En qué se diferencia el liderazgo cristiano del liderazgo normal?
La vida y enseñanzas de Jesús nos dan una importante respuesta a esta pregunta. Él vino a buscar y salvar a los perdidos, a servir a los demás en lugar de que le sirvan. Además, Jesús dejó el cielo para vivir entre una humanidad pecadora y para atender las necesidades de la gente. Estas características de servicio, amor y compasión han de caracterizar a quienes buscan ser líderes cristianos eficaces.
Además, Jesús se presentó a sí mismo como un pastor de ovejas, incluso destacando que el buen pastor da su vida por las ovejas (Juan 10:11). Un líder cristiano puede aprender mucho de esta comparación con un pastor. El pastor en la cultura de Jesús era una persona que cuidaba a las ovejas, satisfacía sus necesidades y las protegía del peligro. Las ovejas "conocían la voz" del buen pastor, lo que significa que había una relación personal que llevaba a los seguidores a responder al pastor.
El apóstol Pablo también da importantes instrucciones a los líderes cristianos. La mayoría de sus cartas comienzan refiriéndose a sí mismo como siervo o esclavo de Cristo Jesús. Los líderes de hoy también están llamados a identificarse primero como siervos de Jesús. El servicio del líder cristiano debe ser el de una persona sometida a la autoridad de Cristo, realmente preocupada por vivir una vida que refleje los valores de Jesús, una vida íntegra que lidere con el ejemplo.
En 1 Timoteo 3 y Tito 1, Pablo aportó muchas cualidades para aquellos que iban a servir como líderes oficiales de las iglesias locales. La mayoría de estas cualidades se enfocan en aspectos de integridad. Si bien un mal líder puede ser efectivo en reunir a la gente hacia una causa, un líder cristiano debe ser una persona cuya vida se parezca a la vida de Cristo.
En resumen, las características propias del liderazgo cristiano están principalmente centradas en dos importantes aspectos: una actitud de servicio y una vida íntegra. Los que siguen a Jesús buscan mostrar el mismo cuidado hacia los demás como Él y vivir según Sus enseñanzas. Esta consistencia en la vida y las acciones de uno pueden tener gran influencia en los demás al ser un líder que transforma vidas de acuerdo con los principios de la Palabra de Dios.