¿Dice algo la Biblia sobre el rol de un líder de alabanza en una iglesia?

El líder de alabanza (también llamado pastor de alabanza o ministro de música) generalmente es la persona responsable de la estructura de los servicios de alabanza semanales junto con la música y otros aspectos relacionados con la temática del servicio. El Nuevo Testamento no menciona a ningún líder de alabanza ni da una descripción del mismo. Sin embargo, esto no le resta importancia. El líder de la alabanza desempeña un papel importante a la hora de guiar a los creyentes hacia Dios, así como a la hora de hacer que las enseñanzas del sermón de la semana tengan un efecto.

Muchos se han fijado en los líderes de la música del Antiguo Testamento para conocer mejor el rol del líder de alabanza. Por ejemplo, tales líderes estaban dotados musicalmente, eran espiritualmente maduros e invertían la mayor parte de su tiempo en servir a Dios a través de la música. Como con otras habilidades y dones en la iglesia, un líder de alabanza debe usar sus habilidades para edificar a otros como una parte importante en el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12).

Ya que el papel de un líder de alabanza no está específicamente establecido o detallado en la Biblia, muchas veces no está claro. Un líder de alabanza es normalmente alguien dotado con habilidades musicales además de la capacidad de coordinar a otras personas en la música. Las congregaciones más grandes necesitan habilidades más complejas y en ocasiones un equipo de varias personas para supervisar las múltiples responsabilidades necesarias.

Como mínimo, un líder de alabanza que sirve en la iglesia local debe reunir las siguientes características. Primero, él o ella debe ser un creyente en Jesucristo. ¿Cómo puede alguien guiar a otros en la adoración eficazmente si no es ya un verdadero adorador de Dios?

Segundo, un líder de adoración debe ser un creyente en crecimiento. El líder de adoración que madura espiritualmente estará deseoso de ayudar a otros a crecer también.

Tercero, un líder de adoración debe tener las habilidades necesarias para dirigir la adoración. Esto variará dependiendo del contexto, pero es muy probable que incluya algo de talento musical y la capacidad de trabajar con grupos de músicos de alabanza.

En cuarto lugar, un líder de alabanza debe estar dispuesto a servir. El orgullo puede ser una tentación para los líderes de alabanza, ya que por lo general están frente a una audiencia y se les considera personas con autoridad o posición de liderazgo. Para que un líder de alabanza siga siendo eficaz, él o ella debe ser capaz de centrarse en servir a los demás y no en forjar su "carrera" o ver la dirección de alabanza como un paso para "triunfar" en el negocio de la música.

Evidentemente, Dios busca personas que le adoren en espíritu y en verdad (Juan 4). Con frecuencia Él obra a través de los líderes de alabanza para enfocar a la gente en Él y en Su verdad. Servir como líder de alabanza es un tremendo privilegio y responsabilidad que puede ser una bendición para muchos.