¿Dice algo la Biblia sobre el karma?

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Del Antiguo Testamento

  • Isaías 64:6 dice: “Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran”. Las obras humanas, por muy “buenas” que sean, no pueden ganarse el favor de Dios.
  • La Biblia afirma que las acciones tienen consecuencias, pero no enseña el karma. Job 4:8 observa: “Por lo que yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran aflicción, eso siegan”.
  • Aunque las acciones tienen consecuencias, las recompensas bíblicas están vinculadas en última instancia a la voluntad y la gracia de Dios. Proverbios 11:18 dice: “El impío gana salario engañoso, Pero el que siembra justicia recibe verdadera recompensa”.
  • Eclesiastés 12:14: “Porque Dios traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto, sea bueno o sea malo”. El juicio se basa en la autoridad de Dios, no en un sistema cósmico como el karma.

Del Nuevo Testamento

  • En Lucas 6:37-38, Jesús enseña que perdonar y dar conducen a bendiciones, haciendo hincapié en la reciprocidad relacional bajo la soberanía de Dios: “porque con la medida con que midan, se les volverá a medir”.
  • La Biblia no enseña el karma, que en las religiones orientales se refiere a la creencia de que las acciones buenas o malas influyen en las vidas o circunstancias futuras de uno. En cambio, enseña que Dios es soberano, y que las personas son responsables ante Él por sus acciones, con el juicio final y la recompensa determinada por Su justicia y gracia (Gálatas 6:7-8; Romanos 14:12).
  • Jesús reconoce la causa y el efecto cuando dice: “Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán” (Mateo 26:52), y Gálatas 6:7 recuerda a los creyentes: “No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará”. A pesar de estos paralelismos, la enseñanza bíblica diverge marcadamente del karma.
  • Según el karma, las buenas o malas acciones de una persona determinan su futura fortuna o desgracia, a menudo a lo largo de varias vidas. Por el contrario, la Biblia revela que todas las personas son pecadoras y merecen la muerte: “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Cualquier buena fortuna o bendición que experimentes no procede de tus acciones, sino de la gracia de Dios.
  • Efesios 2:8-9 afirma que la salvación es “no por obras, para que nadie se gloríe”, oponiéndose al concepto de karma basado en las obras.
  • 2 Corintios 5:17-21: Por medio de Jesús, los creyentes son hechos nuevas creaciones y reconciliados con Dios, recibiendo Su justicia en lugar de cosechar el castigo de sus pecados.
  • Las Escrituras rechazan claramente la reencarnación, afirmando en Hebreos 9:27: “Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”. El destino humano se determina en esta vida, no a través de ciclos interminables de renacimiento.

Implicaciones para hoy

La idea del karma apela a un deseo de justicia y control, pero en última instancia ofrece una falsa esperanza. La Biblia te revela que no puedes ganarte el camino hacia Dios ni controlar tu destino mediante buenas acciones. Las Escrituras enfatizan la soberanía de Dios, afirmando que tu destino se determina en esta vida, no a través de la reencarnación. La verdadera esperanza reside en la gracia de Dios a través de Jesucristo. Para ti como cristiano, comprender estas distinciones te capacita para responder a la popularidad del karma en un mundo hambriento de justicia y sentido. Puedes señalar el evangelio como la respuesta definitiva: Dios, en Su amor, extiende Su gracia a los pecadores, ofreciéndoles la reconciliación y la vida eterna mediante la fe en Cristo. Como te recuerda Filipenses 2:13, “porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena voluntad”, mostrando que cualquier bien que hagas es, en última instancia, obra de Dios en ti.

Comprende

  • La Biblia no enseña el karma.
  • La Biblia enseña que las acciones tienen consecuencias, pero las acciones no determinan la fortuna o la desgracia a través de las vidas.
  • La verdadera esperanza se encuentra en la fe en Jesucristo, no en un sistema basado en obras como el karma.

Reflexiona

  • ¿Cómo influye en tu relación con Dios el hecho de confiar en Su gracia en lugar de depender de tus buenas obras?
  • ¿Cómo puedes descansar en la soberanía de Dios cuando la vida te parece injusta o fuera de control?
  • ¿Cómo influye el hecho de comprender que la salvación es un don en la forma en que enfocas tus acciones y decisiones diarias?

Ponlo en práctica

  • ¿Cómo puedes explicar la diferencia entre la justicia de Dios y el concepto de karma a alguien que no esté familiarizado con la Biblia?
  • ¿Qué te enseña el rechazo bíblico de la reencarnación sobre la urgencia de compartir el evangelio con los demás?
  • ¿Cómo puedes animar a otros a confiar en la gracia de Dios en lugar de esforzarse por alcanzar la perfección humana para ganar bendiciones?