¿Cuál es la historia bíblica de los primeros seres humanos?
La Biblia es la historia de la relación de Dios con Su creación. Específicamente, es la historia de cómo la humanidad cayó y no tuvo esperanza para salvarse, y de cómo Dios proveyó a Jesús como el camino para la redención. Génesis 1-11 es el comienzo de la historia y prepara el escenario para toda la historia. Primero fue la creación. El primer capítulo del Génesis describe los siete días de la creación. Por supuesto, existe un amplio debate sobre la literalidad de este capítulo. Los eruditos y los científicos argumentan todo, desde la palabra hebrea que se utiliza para "día" hasta la relación entre el pecado y la muerte (si el pecado de Adán trajo la muerte al mundo, ¿cómo pudieron morir los millones de animales que había antes que él?) Sin embargo, Dios es perfectamente capaz de crear el universo en siete días, y no hay ninguna razón bíblica para suponer que lo hizo de otro modo.
En el sexto día, después de haber creado los animales terrestres, Dios tomó barro para crear a Adán, el primer hombre, y le sopló aliento de vida. Génesis 2 concuerda aquí con el resumen de Génesis 1, detallando cómo Dios le mostró a Adán los animales sobre los que debía tener dominio para que pudiera entender que necesitaba una compañera. Una vez que comprendió su necesidad, Dios formó a Eva del costado de Adán (Génesis 2:18-25). La historia vuelve a Génesis 1:27, donde Dios explicó la misión de Adán y Eva: procrear y gobernar la creación.
Por muy específico que se escribiera la creación en siete días, hay algunas cosas en el relato de la creación que no son tan claras. ¿Cuándo se rebeló Satanás contra Dios? ¿Después o antes de la creación? ¿Cuánto tiempo estuvieron Adán y Eva en el jardín antes de que Satanás los tentara? ¿Cuántas clases de animales había si Adán les puso nombre a todos el mismo día en que Dios los creó a él y a Eva? Aunque hay muchas especulaciones, la Biblia no lo dice. Sí dice que Satanás se rebeló contra Dios por orgullo (Isaías 14:12-14) y que una tercera parte de los ángeles lo siguieron (Apocalipsis 12:4). Así pues, Satanás se propuso dañar tanto la creación de Dios como la relación de Dios con Su creación. Comenzó tentando a Eva.
En el Jardín del Edén había muchos árboles, entre los que se mencionaban específicamente dos: el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y el Árbol de la Vida. Ya en el día 6, Dios le había dicho específicamente a Adán que no comiera del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Dios no le prohibió comer del Árbol de la Vida. Una vez más llegamos al terreno de la especulación: ¿acaso Adán y Eva comían regularmente del Árbol de la Vida? ¿Comer del Árbol de la Vida sería un momento decisivo, una decisión definitiva de seguir y adorar a Dios? ¿Qué nos dice Génesis 3:22 al respecto?
Lo que sí sabemos es que Satanás tentó a Eva, Eva tentó a Adán, y el destino de ambos (y el nuestro) estaba marcado. Ellos asumieron voluntariamente la naturaleza pecaminosa para sí mismos y para todos sus descendientes. Se había dañado tanto su pureza que temían al Creador al que habían amado. Dios maldijo a los tres: hombres, mujeres y serpientes, y expulsó a Adán y Eva del Jardín. Sin embargo, en medio de las maldiciones, Dios dio el primer indicio de Su plan para salvar a Adán y Eva y a sus descendientes del castigo eterno (Génesis 3:15). Al desterrar a Adán y Eva del Jardín, Dios los salvó de alcanzar el Árbol de la Vida y de vivir eternamente en cuerpos físicos dañados y deteriorados. Además, Dios fue el autor de la primera muerte en el nuevo mundo, al matar y despellejar un animal para que Adán y Eva pudieran cubrirse con vestidos duraderos.
En Génesis 4 aparecen Caín y Abel. La mayoría de los eruditos suponen que Caín y Abel fueron los dos primeros hijos de Adán y Eva, aunque en realidad la Biblia no lo dice. Desde luego, no fueron los únicos, ya que Caín estaba casado (con una hermana o una sobrina). No se nos dice exactamente por qué el sacrificio de Abel fue más agradable a Dios que el de Caín, excepto que Abel ofreció su sacrificio por fe (Hebreos 11:4). A pesar de la advertencia de Dios (Génesis 4:6-7), Caín dejó que su ira creciera hasta el punto de cometer el primer asesinato registrado, matando a Abel. Como respuesta, Dios maldijo la fuerza de Caín. El hombre que se caracterizaba por su capacidad para cultivar cosechas fue condenado a ser un vagabundo que ya no podía encontrar provisiones en la tierra.
Cinco generaciones después de Caín, encontramos a Lamec (Génesis 4:17-24). Fue el primer polígamo del que tenemos constancia y, al parecer, un hombre fuerte y poderoso. Uno de sus hijos, Tubal-cain, forjó "toda obra de bronce y de hierro" (Génesis 4:22), lo que nos da una rápida indicación de la inteligencia y habilidad de las primeras generaciones. Set, el hijo que tuvo Eva tras la muerte de Abel, tuvo un linaje mucho más extenso, hasta Noé y más allá. Todos los hombres del linaje entre Set y Noé vivieron entre 895 y 969 años, salvo Enoc, a quien Dios se llevó antes de tiempo (Génesis 5:21-24). Esta impresionante longevidad se debió al menos a un par de factores. Cuando Dios hizo el mundo, lo llamó "bueno". No podría haber sido así si no hubiera sido capaz de proporcionar alimentos suficientemente sanos a sus habitantes. Además, Adán y Eva fueron creados físicamente perfectos. No tenían anomalías en su ADN y no transmitieron defectos congénitos. También por eso sus hijos pudieron casarse entre sí sin repercusiones fisiológicas.
Desafortunadamente, la buena salud y la larga vida tuvieron otro resultado: la gente pudo planear y llevar a cabo acciones increíblemente malvadas durante mucho tiempo (Génesis 6:5). La situación empeoró tanto que Dios se arrepintió de haber creado al hombre y envió el Diluvio para hacer borrón y cuenta nueva (Génesis 6:6-7). Para salvar a un remanente de personas y animales, Dios escogió a Noé, el hombre justo que quedaba, para que construyera un barco gigante. Noé tomó a su esposa, sus tres hijos y sus mujeres, así como a ejemplares de todo tipo de animales, y permanecieron encerrados durante algo más de un año, mientras la lluvia y las aguas subterráneas que fueron expulsadas violentamente cubrían todo lo que habían conocido.
Cuando las aguas del Diluvio descendieron y el Espíritu Santo secó la tierra, el Arca fue a parar al monte Ararat, que podría estar o no en la actual Turquía. Noé hizo un altar y sacrificó a Dios; Dios prometió no volver a destruir el mundo con un diluvio universal (Génesis 8-9). Después, se produce un acontecimiento confuso en el que Noé se emborracha y su hijo Cam y el hijo de Cam, Canaán, le faltan al respeto cruelmente (Génesis 9:20-25). Algunos dicen que se burlaron de su cuerpo desnudo, mientras que otros creen que uno de ellos violó a Noé mientras estaba inconsciente. Cualquiera que fuera el caso, Noé maldijo a Canaán para que fuera "siervo de siervos" de sus hermanos. Hoy no sabemos exactamente qué significa eso, pero se puede decir sin lugar a dudas que no justifica la esclavitud de millones de africanos.
Después del Diluvio hubo dos cambios importantes en la vida humana. El primero es que se permitió que la gente comiera carne y su relación con los animales se volvió más hostil (Génesis 9:2-3). El segundo fue una disminución sustancial y rápida de la esperanza de vida. Noé murió a los 950 años. Nueve generaciones después, los 175 años de Abraham se consideraban "una buena vejez" (Génesis 25:8). Es posible que el Diluvio devastara la tierra, haciendo mucho más difícil vivir y recolectar alimentos. Los animales que de repente se volvieron asesinos no pudieron haber ayudado. También se plantea la hipótesis de que la atmósfera sufriera un cambio tan drástico que la radiación procedente del espacio dañara el ADN, aumentando los defectos congénitos. En cualquier caso, resultó ser un beneficio, ya que los seres humanos ya no tuvieron tanto tiempo para planear grandes maldades.
El siguiente acontecimiento importante fue la Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Dios había encargado a Adán y Eva que poblaran el mundo. En algún momento después del Diluvio, la gente consideró que era una mala idea y construyó una torre gigante que sirviera de punto de reunión centralizado. A Babel se la identifica como parte de los dominios de Nimrod en la tierra de Sinar (Génesis 10:10), pero no está claro si Nimrod participó directamente en la construcción de la torre. Como respuesta al incumplimiento de la palabra de Dios por parte del pueblo, Dios confundió sus idiomas, disolviendo así su unidad de cultura y propósito, y dispersó al pueblo por toda la faz de la tierra.
Los capítulos 10 y 11 suscitan más especulaciones. Noé tuvo tres hijos: Jafet, Cam y Sem. Sabemos con certeza que Sem fue el padre de los semitas, entre ellos los judíos. Se cree que los descendientes de Jafet se extendieron por Europa, y los de Cam terminaron viajando a África. Sí sabemos que la descendencia de Cam incluía a los futuros enemigos de Israel: los cananeos, jebuseos, amorreos y gergeseos. La especulación es más bien de tipo geológico. Los científicos seculares hablan de un único continente, Pangea. La Biblia habla de Peleg, un hombre a medio camino entre Sem y Abraham, cuya fama se debe a que vivió en la época en que "la tierra estaba dividida" (Génesis 10:25). ¿Se refiere a la época en que Pangea empezó a dividirse en los continentes que conocemos hoy? ¿O se refiere simplemente a la dispersión de las tribus después de que Dios dividiera los idiomas en Babel? Es interesante especular, pero la Biblia no lo dice.
La época que se relata en el Génesis tiene muchas lecciones para nosotros, pero una de las más significativas es lo rápido que un pueblo puede dar la espalda a Dios. Adán y Eva caminaron con Dios y hablaron directamente con Él, y sin embargo su hijo cometió el primer asesinato. Según las genealogías del Génesis, Adán aún vivía en la época de Matusalén y Lamec; Noé nació unos 130 años después de la muerte de Adán. No obstante, el pueblo era tan malvado que Dios tuvo que destruirlo. Noé aún vivía cuando nació Abraham. Aun así, durante ese tiempo, Dios tuvo que confundir los idiomas y dividir las tribus para mitigar el alcance de la maldad del pueblo. Durante la vida de Noé se crearon nuevas religiones que asignaban poderes y autoridades a dioses que no existían y que perduraron hasta la época de los egipcios, los griegos y los romanos (se cree que la diosa Ishtar, que aparece en la Epopeya de Gilgamesh, inspiró a Venus y Afrodita). Aunque la historia del Diluvio se difundió con las tribus de Babel, muchas veces se distorsionó hasta el punto de resultar difícilmente reconocible.
Tras cubrir varios miles de años en menos de once capítulos completos, el resto del libro del Génesis se dedica a describir las hazañas de una familia: la de Abram/Abraham. De un solo hombre, Dios creó varias naciones. Y de una de esas naciones, presentó al mundo a Su Hijo, el único que podía salvarnos del pecado de Adán y Eva.
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