En Génesis 6:1-4, ¿cuáles eran las identidades de los hijos de Dios y las hijas de los hombres?

Del Antiguo Testamento

• Génesis 6:1-4 se refiere a los hijos de Dios y las hijas de los hombres. El pasaje nos dice que cuando la humanidad continuó multiplicándose, los hijos de Dios —quienesquiera que sean— “vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron para sí mujeres de entre todas las que les gustaban”. Algo pecaminoso estaba ocurriendo porque “Entonces el SEÑOR dijo: «Mi Espíritu no luchará para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años»”.
• En el Antiguo Testamento, “hijos de Dios” se refiere en otros lugares a ángeles (Job 1:6; 2:1; 38:7). Se plantea la cuestión de si los ángeles pueden aparecer en forma humana y tener descendencia. Los defensores de este punto de vista citan el ejemplo de los hombres de Sodoma y Gomorra que querían tener relaciones sexuales con los dos ángeles que estaban con Lot, aunque tales actos físicos no tuvieron lugar (Génesis 19:1-5). Además, un ángel apareció en forma humana en Marcos 16:5.
• Un segundo punto de vista sugiere que estos “hijos de Dios” e “hijas del hombre” se refieren a relaciones que involucran a poderosos gobernantes humanos. Sin embargo, queda la dificultad de cómo sus hijos se convertirían en “Nephilim”, un término que podría significar gigantes u hombres de edad o incluso hombres de renombre.
• Un tercer punto de vista sugiere que estos “hijos de Dios” e “hijas del hombre” se refieren a matrimonios entre la línea familiar piadosa de Set y la línea familiar impía de Caín, que había matado a su hermano Abel (Génesis 4). Esto no explica fácilmente que los hijos se convirtieran en gigantes u hombres de renombre. Además, nunca hubo una orden directa para que los descendientes de Set evitaran el matrimonio con los descendientes de la familia de Caín.
• Génesis 6:4 añade alguna información sobre la descendencia de los hijos de Dios y las hijas del hombre: “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Estos son los héroes de la antigüedad, hombres de renombre”. Quienesquiera que fuesen estos Nephilim, también continuaron durante algún tiempo, probablemente después del diluvio universal de la era de Noé. En Números 13:33 encontramos: “»Vimos allí también a los gigantes (los hijos de Anac son parte de la raza de los gigantes); y a nosotros nos pareció que éramos como langostas; y así parecíamos ante sus ojos»”. El enfoque aquí está en la estatura física de estos Nephilim.

Del Nuevo Testamento

• que aportan algo de claridad a lo que ocurrió en Génesis 6 con los hijos de Dios y las hijas de los hombres. Judas 1:6-7 habla de Dios encarcelando a los ángeles caídos que dejaron su dominio en el reino espiritual para cometer pecado sexual para que los otros ángeles caídos no hicieran lo mismo. Primera de Pedro 3:18-20 habla de espíritus en prisión. Estos podrían referirse a los mismos ángeles caídos del pasaje de Judas.
• Con base en los otros pasajes, es probable que los hijos de Dios fueran ángeles caídos que tuvieron hijos con mujeres humanas. Aunque los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14), pueden tomar forma física humana (Marcos 16:5; Hebreos 13:2).

Implicaciones para hoy

Cualesquiera que sean las identidades de los hijos de Dios y las hijas de los hombres, puedes tomarte muy a pecho la importancia de mantener la integridad espiritual y de tener relaciones de discernimiento que honren a Dios. El pasaje pone de relieve las consecuencias de las uniones contrarias al designio de Dios, que conducen a una corrupción generalizada y provocan el juicio de Dios. Ya se trate de ángeles caídos, gobernantes poderosos o matrimonios mixtos entre piadosos e impíos, la cuestión subyacente es el incumplimiento de las normas de Dios. En tu propia vida, esto te sirve de recordatorio para estar atento a las influencias y relaciones que permites que entren en tu vida. Al alinear tus elecciones con los principios de Dios, puedes evitar las trampas del compromiso moral y asegurarte de que tus acciones y asociaciones reflejen tu compromiso de vivir una vida que honre a Dios. Esta lección te anima a buscar relaciones que apoyen tu crecimiento espiritual y a ser consciente de las posibles consecuencias de comprometer tu fe por atracciones o alianzas mundanas.