¿Qué es la gracia soberana?

La gracia soberana, también conocida como gracia irresistible, es la doctrina de que la gracia de Dios terminará salvando a todas las personas que Dios ha escogido soberanamente para la salvación, independientemente de que ellas se resistan al mensaje del evangelio. Normalmente, esta doctrina se relaciona con el calvinismo o la teología reformada, aunque no se limita a estos sistemas teológicos.

Hay dos pasajes fundamentales del Nuevo Testamento que son la base de la enseñanza de la gracia soberana. Primeramente, Romanos 8:29-30 contiene una fuerte base para la doctrina, al afirmar: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó". Este proceso de ser predestinado/llamado/justificado/glorificado, comprende todas las etapas desde la elección inicial por parte de Dios, hasta la glorificación eterna de una persona con Cristo.

Además de esta cadena inquebrantable que se describe en Romanos 8, Jesús habla directamente sobre este tema en Juan 6. Los versículos 37-39 dicen: "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero". El Padre "da" (elección) personas a Cristo, ellas vienen "a mí" (conversión/salvación), y nunca más estarán separadas de Cristo (perseverancia). Aquellos a quien el Padre ha escogido estarán con Él por la eternidad.

Esta afirmación es mucho más fuerte en Juan 6:44: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero". Nadie viene a la fe en Jesús a menos que Dios el Padre lo atraiga. Esto es lo que conocemos como gracia irresistible. La persona a la cual Dios atrae no puede resistirse a la gracia. Además, esta persona estará con Él para siempre.

Es interesante que este capítulo termine con muchos discípulos o seguidores abandonando a Jesús. Cuando lo hicieron, Él le preguntó a los Doce: "¿Queréis acaso iros también vosotros?" (Juan 6:67). Pedro respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Juan 6:68-69). Luego Jesús anunció que Judas lo iba a traicionar, resaltando que hasta entre Sus seguidores más íntimos habría uno que se iba a apartar y revelar como incrédulo.

La gracia soberana nos da una visión muy interesante de dos de los atributos más importantes de Dios: Su conocimiento soberano y Su gracia. A través de las Escrituras, se pueden aprender algunas cosas acerca de estos atributos, lo que nos permite entender mejor cómo Dios ha traído a los pecadores a la redención y les ha prometido la eternidad con Él.