¿Acaso Jesús fue creado, o siempre ha existido?
Dios no fue creado. Jesús es Dios.
Por consiguiente, Jesús no fue creado.
El silogismo descrito anteriormente es válido y demuestra la conclusión de que Jesús no fue creado, siempre y cuando se cumplan las dos premisas.
La primera premisa afirma que Dios no fue creado. La mayoría de la gente estaría de acuerdo con la afirmación de que Dios no fue creado. Por definición, Dios es un ser no creado/eterno, de lo contrario se podría imaginar algo más grande que Dios (como un Dios no creado) y entonces eso sería Dios. De hecho, la aseidad (auto existencia) y la eternidad de Dios son requisitos previos para la existencia de cualquier cosa que haya llegado a existir. Todo lo que tiene un principio requiere una causa. La regresión infinita nunca puede llevarnos a un principio. Sin un principio, ahora nada podría existir. Sin embargo, algo existe. Por lo tanto, debe haber algo que siempre ha sido. Algo que es eterno, auto existente y omnipotente, y eso es Dios.
Incluso si la filosofía no pudiera demostrar la necesidad absoluta de la naturaleza eterna de Dios, Dios mismo lo ha revelado a toda la humanidad tanto en la revelación general (la creación) como en la revelación especial (la Biblia). En cuanto a la revelación general, Romanos 1:19-20, afirma: "Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa". En cuanto a la revelación especial, cuando Moisés le preguntó a Dios por Su nombre, Dios respondió: "YO SOY EL QUE SOY", lo que significa que nadie puede definirlo más que Él mismo; Él es el Auto existente (Éxodo 3:14). Dios no deriva ni recibe vida de nadie ni de nada, sino que tiene vida en Sí mismo y da vida a todas las cosas (Juan 5:26; Hechos 17:25; 1 Timoteo 6:13; Apocalipsis 4:10). Él es el Dios eterno (Isaías 40:28). Es el Alfa y la Omega (Apocalipsis 1:8).
La segunda premisa afirma que Jesús es Dios. Esta premisa tiene mucho respaldo bíblico. Juan 1:1-4, 14, afirma: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres...Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad". Notemos que Jesús, que es el Verbo hecho carne, estaba con Dios y ES Dios. Esto, junto con el hecho de que el Espíritu Santo también es Dios, constituye la base de la doctrina de la Trinidad. Dios es uno en esencia y tres en personas.
Muchas otras Escrituras demuestran la deidad de Jesucristo. Jesús perdonó los pecados (Mateo 9:6) y recibió la adoración (Juan 20:28), algo que es potestad y privilegio exclusivo de Dios. Pablo hace referencia a Jesús como Dios sobre todo (Romanos 9:5) y afirma que toda la plenitud de Dios se complació en habitar en Jesús (Colosenses 1:19; 2:9). Pablo también se refirió a Jesús como "nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo" (Tito 2:13). Pedro utilizó esta misma descripción (2 Pedro 1:1). El escritor de Hebreos dice: "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino" (Hebreos 1:8).
En el siguiente estremecedor y revelador episodio con los judíos, Jesús reivindicó el nombre de Dios mismo: "Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo" (Juan 8:56-59). En este pasaje, Jesús no sólo afirma haber existido antes que Abraham, sino que afirma ser Dios. Los judíos intentaron apedrearlo por esta supuesta blasfemia.
Todas las cosas fueron creadas por Jesús y para Jesús (Colosenses 1:16). Él es el Alfa y la Omega (Apocalipsis 22:13). ¿Te suena familiar todo esto? Pues sí, porque las Escrituras hablan de Dios de la misma manera. Jesús es Dios. Jesús dijo que si alguien le había visto a Él, había visto al Padre (Juan 14:8-11). El Padre y Él son uno (Juan 10:30). Jesús es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15). Es Dios en forma humana, la segunda persona de la Trinidad. Como dice el Credo de Nicea, Jesús es "engendrado y no creado". Jesús estaba con el Padre antes de la creación del mundo y gozaba de la comunión eterna tanto de Dios Padre como de Dios Espíritu Santo.
Una vez demostrado que Dios no es creado y que Jesús es Dios, la conclusión de que Jesús no es creado se deduce lógica e inevitablemente. ¡Jesús es verdaderamente Dios sobre todas las cosas!
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