¿Es bíblica la expiación ilimitada?

La expiación de Cristo se refiere a la reparación o pago que hizo Jesús por los pecados de la humanidad. Muchas veces la Biblia habla de la importancia de este pago mediante la muerte de Jesús en la cruz. Sin embargo, muchos discrepan sobre la naturaleza de la expiación.

Los teólogos tienen dos opiniones principales sobre la expiación de Cristo: la expiación limitada y la expiación ilimitada. La expiación limitada generalmente se define como la idea de que la muerte de Cristo en la cruz fue sólo para aquellos que creen en Él para la salvación. La expiación ilimitada considera que la muerte de Jesús proporciona expiación para que todas las personas reciban la salvación.

Para que quede claro, la expiación limitada y la expiación ilimitada no es una discusión sobre si algunas personas van al cielo o si todas las personas van al cielo. La Biblia establece claramente que los que confían en Jesús por la fe reciben la salvación (Efesios 2:8-9) y que sólo hay un nombre bajo el cielo por el cual las personas deben ser salvas (Hechos 4:12). El debate es si la expiación de los pecados que Jesús hizo posible en la cruz es para algunas personas (expiación limitada) o para todas las personas (expiación ilimitada).

Los que sostienen el punto de vista de la expiación limitada lo hacen de dos maneras. Primero, están aquellos que creen que la Biblia enseña que Dios limita la expiación sólo a aquellos que Él ha escogido de manera soberana para recibir la salvación (generalmente los calvinistas). En otras palabras, la expiación está limitada por Dios a aquellos que vendrán a la salvación. Un segundo grupo cree que la expiación es limitada cuando las personas deciden rechazar la fe en Jesucristo (generalmente arminianos).

En las Escrituras se pueden encontrar evidencias de ambos puntos de vista. Sin embargo, un breve vistazo a las Escrituras con respecto a la expiación muestra lo siguiente. Jesús murió por todos: "Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo" (1 Juan 2:2 NVI). Jesús murió por los impíos: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8). Jesús murió para dar vida eterna a todos los que creyeran en Él: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).

Lo que resulta claro en base a estos y otros pasajes, es que Jesús murió para brindar la posibilidad u oportunidad de que cada persona reciba la salvación a través de Él. Sin embargo, no todos recibirán la salvación. Tanto el plan soberano de Dios como la naturaleza pecaminosa de la humanidad son factores que intervienen en el rechazo de la salvación por parte de muchas personas. En consecuencia, aunque la expiación es en principio ilimitada y está disponible para todas las personas, en realidad sólo la aceptan quienes llegan a creer en Jesucristo.