¿Qué dice la Biblia?
La Biblia no hace referencia a "eslabones perdidos" porque no se basa en la macroevolución —cambios entre especies— para explicar el origen de la vida. En cambio, el Génesis 1 describe la creación directa por parte de Dios de distintos tipos de animales, cada uno de los cuales se multiplicó según su especie (Génesis 1:24-25). Según la cosmovisión bíblica, no se necesitan especies de transición, ya que Dios creó cada animal de forma única. En lugar de un único árbol evolutivo, el relato bíblico sugiere una diversidad de formas de vida que se ramifican en sus propios "arbustos", con variaciones que sólo se producen dentro de los tipos a través de la microevolución.