¿Es verdadera la Biblia?

La Biblia dice que es verdadera. También invita a sus lectores a que examinen sus propias creencias y se aseguren de la veracidad de las enseñanzas que profesan. Cuando examinamos la Biblia como lo haríamos con cualquier otro texto, podemos afirmar con seguridad que la Biblia es verdadera.

La Biblia afirma que es verdadera. Jesús dijo que representaba una verdad exclusiva y que es el único camino a Dios (Juan 18:37; 14:6). Jesús dijo que la Palabra de Dios es verdadera (Juan 17:17), y tanto Pablo como Pedro escribieron que la Palabra de Dios encuentra su fuente en Dios (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:21). Muchos textos afirman ser verdaderos, pero la afirmación de la Biblia es exclusiva y verificable.

"La Biblia misma invita a los lectores a sopesar sus afirmaciones (1 Juan 4:1) y a verificar su verdad. Debemos preguntarnos: "¿Es verdadera la Biblia?". En Hechos 17:11, Lucas elogia a los de Berea por examinar las Escrituras para ver si lo que enseñaban los apóstoles era cierto. Se nos alienta a hacer lo mismo.

Entonces, ¿es verdadera la Biblia? En todos los ámbitos en los que se pueden comprobar las afirmaciones de la Biblia, se ha demostrado su exactitud. La historia, la arqueología y la filosofía demuestran que las afirmaciones de la Biblia son exactas y coherentes. Cuando comparamos lo que dice la Biblia con otras fuentes de información sobre los mismos hechos, personas y descubrimientos, vemos que es exacta y verdadera.

En cuanto a la lógica, todo el mundo está de acuerdo en que existe una única verdad para cualquier afirmación. Cuando decimos: "Afuera hace 2 grados centígrados", o es cierto o no lo es. No puede hacer al mismo tiempo 2 grados y 16 grados. La lógica también se aplica a las verdades espirituales de la Biblia.

Otros textos religiosos no están al nivel de la Biblia. Aunque, como afirma la Biblia en 2 Timoteo 3:16, pretenden ser verdaderos, sin embargo, no son exactos, ni únicos, ni totalmente ciertos. La Biblia respalda sus afirmaciones.

Cuando una persona comienza a examinar las afirmaciones específicas de la Biblia, es conveniente delimitar cuidadosamente entre la verdad y las afirmaciones literales. Por ejemplo, cuando alguien dice "llueve a cántaros", la afirmación es verdadera, pero no literal. Entendemos el uso de expresiones idiomáticas que deben interpretarse. Un ejemplo bíblico son las palabras de Juan en Juan 1:36: "¡He aquí el Cordero de Dios!". Por supuesto, nadie está afirmando que Jesús sea un animal. Lo que se está comunicando es que Jesús es el sacrificio escogido para redimir al mundo. Así que la Biblia es verdadera, pero no todas las palabras de la Biblia son literales.