¿Qué es un erudito bíblico?

Un erudito es alguien que se ha distinguido en un campo de estudio particular. Por tanto, un erudito bíblico es alguien que ha estudiado la Biblia con cierto nivel académico avanzado, investigando para comprender mejor sus significados y contextos más profundos. Hay muchas oportunidades para que cualquier persona estudie la Biblia, y como creyente en Cristo, todos deberíamos ser estudiantes de la Palabra de Dios (Hechos 17:11).

La principal tarea de un pastor es dirigir la congregación de una iglesia, mientras que un teólogo estudia con el propósito de desarrollar un sistema doctrinal. Por el contrario, un erudito bíblico estudia con el único propósito de aclarar lo que dice la Biblia. Muchos seminarios tienen departamentos separados para cada una de estas posiciones: un departamento de "Estudios Pastorales", un departamento de "Estudios Teológicos" y un departamento de "Estudios Bíblicos". Aunque existen distinciones entre estas tres funciones, eso no significa que se excluyan mutuamente. Los pastores y los teólogos pueden ser estudiosos de la Biblia; ciertamente necesitan saber lo que dice la Biblia y cómo aplicarla. De hecho, todo cristiano debería estudiar la Palabra de Dios. De la misma manera, saber lo que dice la Biblia no tiene sentido a menos que uno ponga ese conocimiento en práctica; los estudiosos de la Biblia, y todos los cristianos, deberían ser capaces de aplicar su conocimiento bíblico a la vida y al ministerio.

No existe un único conjunto de requisitos que determine si alguien es o no un erudito bíblico. Hay muchos recursos académicos que cualquier persona puede aprovechar para estudiar la Biblia. Una persona no necesita necesariamente un título de seminario para ser un erudito de la Biblia. Por otra parte, en la era moderna, a veces necesitamos distinguir de qué clase de "erudito bíblico" estamos hablando. Por desgracia, hay eruditos bíblicos que son escépticos de la Biblia o tratan de manipularla para que diga lo que ellos quieren o lo que sería popular. Con frecuencia, estos expertos imponen su propio criterio sobre la Biblia cuando, en realidad, es la Biblia la que nos da la medida o el criterio por el que debemos vivir. Un buen estudioso de la Biblia busca los significados dentro de la Biblia con el propósito de edificar a la iglesia y dar gloria a Dios.

Cuando estudiamos la Biblia, esto nos ayuda a vivir cerca del Señor y a tomar decisiones sabias. El Salmo 119:11 dice: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti". Entre las formas más evidentes de convertirse en un estudiante de la Palabra de Dios se encuentran tomar una clase, o incluso formar parte de un grupo de estudio bíblico. Otras ideas incluyen la lectura constante de la Biblia; el estudio personal usando herramientas como concordancias; memorizar las Escrituras; meditar en la Biblia (Josué 1:8); utilizar recursos en línea, libros o audio tales como comentarios o escritos que ayuden a explicar la Biblia y temas bíblicos; y asistir a una iglesia donde se enseñe la Palabra de Dios.

Todas las Escrituras son muy valiosas para nuestro caminar con Cristo y cuanto más las estudiemos, mejor (2 Timoteo 3:16-17; Mateo 4:4), aunque no es suficiente con estudiar la Biblia. La parte más importante de estudiar la Biblia es que permitamos que nos transforme más a la imagen de Dios (Santiago 1:22-25). La Biblia nos ayuda a conocer a Dios mostrándonos quién es Él y lo que ha hecho: "Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza" (Romanos 15:4). El objetivo de convertirse en un estudioso de la Palabra de Dios no es adquirir conocimientos académicos, sino conocer más a Dios. Él es nuestro Creador y nuestro Salvador. La Biblia no nos da lo que realmente es vida, pero sí nos conduce a Aquel que sí lo hace: Jesús (Juan 1:4; 10:10). Es difícil conocer a Dios y la verdadera vida en Él si no estudiamos Su Palabra.