¿Qué es la entrada triunfal?
La entrada triunfal se refiere al acontecimiento que se celebra el llamado Domingo de Ramos; ocurrió una semana antes de la resurrección de Jesús y el domingo anterior a Su crucifixión del viernes. Aparece en los cuatro Evangelios (Mateo 21:1-17; Marcos 11:1-11; Lucas 19:29-40; Juan 12:12-19) como uno de los acontecimientos más importantes del ministerio terrenal de Jesús. Jesús entró en Jerusalén montado en una asna (pollino) que nunca había sido montado junto a otro asno. Los discípulos pusieron sus mantos sobre el pollino para que Jesús lo montara. Esto se describe como el cumplimiento de la profecía de Zacarías 9:9: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna".
Muchos de los habitantes de Jerusalén que vieron llegar a Jesús lo reconocieron o lo trataron como a la realeza. Marcos 11:8 dice: "También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino". Este acto de colocar mantos o ramas de palma en el camino era un acto generalmente utilizado para un rey o gobernante importante.
El pueblo de Jerusalén también le cantaba alabanzas. Mateo 21:9 dice: "Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!".
La llegada de Jesús durante este tiempo de la semana de Pascua provocó mucha atención en la ciudad. Mateo 21:10-11 afirma: "Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es este? Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea".
En ese momento, los discípulos de Jesús no comprendieron el significado de la entrada triunfal. Juan 12:16 nos revela: "Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho".
Los fariseos estaban celosos de la atención que recibía Jesús. Juan 12:17-19 menciona: "Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos. Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal. Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él".
Hay muchas razones por las que la entrada triunfal de Jesús fue importante. Sirvió como cumplimiento de la profecía, para reconocer Su rol, y preparó el camino para los eventos que condujeron a Su muerte y resurrección. También nos recuerda la importancia de reconocer a Jesús como el Rey que es, no necesariamente como el rey que deseamos. Es plausible que la gente que gritó "Hosanna" luego gritara "¡Crucifícalo!". Deseaban la liberación del dominio romano. Jesús vino a liberarnos a un nivel mucho más profundo: del poder del pecado. La entrada triunfal es algo que los cristianos siguen celebrando y conmemorando hoy. Realmente Jesús es nuestro libertador y Rey, digno de nuestra alabanza y adoración.
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