¿Acaso una persona tiene que entender completamente el evangelio para ir al cielo?
En cierto sentido, el mensaje del Evangelio es muy simple: Jesús murió por el perdón de nuestros pecados y resucitó al tercer día. Sin embargo, por más sencilla que sea esta afirmación, la realidad y todo lo que implica son muy profundos. ¿Somos realmente capaces de entender las verdades del Evangelio? ¿Qué pasa si no podemos? ¿Hasta qué punto es necesario entender el Evangelio antes de tener la fe suficiente para creer en él? Para entender el Evangelio debemos escucharlo (Romanos 10:13-17; Mateo 28:18-20) y tener un corazón abierto al Espíritu Santo (Hechos 16:14). Según Pablo, el proceso para comprender el Evangelio comienza con la predicación, que luego nos lleva a escuchar y entender, después a creer y, por último, a pedir a Dios que nos salve (Romanos 10:14). Tenemos que entender los componentes individuales de la historia del Evangelio para poder poner nuestra fe en el Evangelio y en Jesucristo: Su nacimiento virginal, Su vida sin pecado, Su muerte física, sepultura y resurrección. Aunque no necesitamos entender cómo es que estos eventos fueron posibles, sí debemos creer que sucedieron y comprender que para Dios todo es posible (Mateo 19:26).
Conocer el Evangelio y entenderlo son dos cosas completamente diferentes. El conocimiento se queda en la cabeza, pero el entendimiento puede llevar a la transformación. La gente puede tener conocimiento del evangelio sin poner su fe en él. Esto no se considera para su salvación eterna. El eunuco etíope (Hechos 8:26-39), Cornelio (Hechos 10), Apolos (Hechos 18:24-28) y los doce hombres de Éfeso (Hechos 19:1-7) son ejemplos bíblicos de personas que tenían una historia religiosa personal, pero que sólo obtuvieron la salvación cuando decidieron poner su fe en Cristo. Tuvieron que escuchar y entender el evangelio.
No tenemos que entender todas las doctrinas y los aspectos espirituales que implica el mensaje del Evangelio para ser salvos eternamente. Hasta los niños pueden entender el evangelio. Jesús dijo: "Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios" (Marcos 10:14). Sin embargo, nadie llegará a entender completamente los caminos de Dios. Decidimos creer en el Evangelio, aunque siempre habrá algunos aspectos que serán un misterio para nosotros. Cualquiera puede entender la verdad básica del Evangelio. Y creemos que, si alguien está mentalmente incapacitado, Dios le va a extender Su gracia. A medida que crecemos en nuestra fe, adquirimos un mejor conocimiento y comprensión de otros temas bíblicos y doctrinales.
En pocas palabras, para ir al cielo, todo lo que tenemos que hacer es esto: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa" (Hechos 16:31). Cuando escuchamos el Evangelio y lo entendemos, tenemos que decidir creerlo. Confiamos en la muerte sacrificial, la sepultura y la resurrección de Jesús al tercer día como la única manera de recibir la salvación. Cuando creemos en el nombre de Jesús, somos salvos: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12). Esta es la sencilla pero profunda verdad del Evangelio.
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