¿Qué puedo hacer para mantener el ánimo cuando encontrar un buen trabajo parece imposible?

Del Antiguo Testamento

• Aunque nos preocupe parecer perezosos o fracasados ante los demás cuando intentamos encontrar un buen trabajo, debemos recordar que a Dios no le preocupa nuestra apariencia ante los demás. Al contrario, le preocupa la condición del corazón (1 Samuel 16:7).
• En el Salmo 139: 23-24, el rey David dice: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, Y guíame en el camino eterno." Deberíamos pedir a Dios que escudriñe nuestros corazones y nos reoriente si tenemos una actitud de presunción o codicia con respecto al tipo de trabajo que queremos o cuando no tenemos éxito en encontrar un buen empleo.
• Mientras buscamos un trabajo, podemos pedir a Dios una dirección clara en nuestra búsqueda. Él es fiel para guiarnos si confiamos en Él: "Confía en el SEÑOR con todo tu corazón Y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, Y Él enderezará tus sendas." (Proverbios 3:5-6).
• Jeremías 17: 7-8 es un hermoso versículo que podemos estudiar mientras atravesamos cualquier temporada de espera en nuestras vidas: "»Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR. Será como árbol plantado junto al agua, Que extiende sus raíces junto a la corriente; No temerá cuando venga el calor, Y sus hojas estarán verdes; En año de sequía no se angustiará Ni cesará de dar fruto." Cuando confiamos en el Señor, podemos vivir sin temor cuando el "calor" de los rechazos de trabajo nos golpea o cuando experimentamos una temporada de "sequía" en la que no podemos encontrar un trabajo; incluso en tales pruebas difíciles, todavía podemos "dar fruto" a través de perseguir una relación con el Señor.
• En Jeremías 29: 11, Dios dice a los israelitas en Babilonia: "Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes”, declara el SEÑOR, “planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza." Aunque nos encontremos en una situación diferente, podemos confiar en que Dios sigue siendo el mismo Dios que era entonces, y podemos confiar en que se preocupa por nuestra situación laboral. Nuestro sufrimiento, mientras esperamos o somos rechazados de trabajos, no es en vano.

Del Nuevo Testamento

• Sea cual sea la situación difícil en la que nos encontremos, podemos confiar en que, si estamos en Cristo, "todas las cosas cooperan para bien" (Romanos 8: 28). En nuestra época de prueba, podemos acercarnos a Él y tratar de profundizar nuestra confianza en Cristo.
• "Regocíjense en el Señor siempre." Esta es una de las cosas más fáciles de decir y más difíciles de poner en práctica, especialmente en medio de una prolongada búsqueda de trabajo. Filipenses 4: 4-7 dice: "Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense! La bondad de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús." Cuando elegimos ser agradecidos y echar nuestra ansiedad sobre el Señor, Él promete guardarnos con Su paz.
• Necesitamos mantenernos conectados con Cristo y Su Cuerpo, la Iglesia, para que podamos mantenernos animados. El aislamiento conduce al desánimo (Hebreos 10:24-25), por lo que necesitamos mantenernos conectados con otros que puedan ayudarnos a animarnos. Dios también será fiel para animarnos cuando le busquemos.
• Una de las cosas más importantes que debemos pedirle a Dios durante nuestra búsqueda de trabajo es una dirección clara: "Y si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada." (Santiago 1:5). Dios es fiel para dirigirnos cuando confiamos en Él y no en nuestros propios esfuerzos.
• A veces, nuestra búsqueda de empleo puede parecer desesperada. Debemos recordar que tenemos un enemigo, Satanás, a quien nada le gustaría más que mantenernos desanimados y abatidos: "Estén sobrios, estén alerta. Su adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar." (1 Pedro 5:8). Por tanto, debemos centrarnos en nuestra relación permanente con Cristo durante este tiempo.

Implicaciones para hoy

A menudo, solicitamos un trabajo pensando que "lo merecemos" o que Dios "nos lo debe". Si estamos pensando de esta manera, necesitamos dar un paso atrás para mirar la actitud pecaminosa de nuestro corazón: "Más engañoso que todo es el corazón, Y sin remedio; ¿Quién lo comprenderá?" (Jeremías 17:9). A veces, encontrar trabajo puede parecer un proceso interminable y desalentador, pero debemos recordar que no estamos solos. En todas las pruebas y tribulaciones, los hijos de Dios tenemos un Padre amoroso (1 Juan 3:1) que puede ayudarnos a llevar nuestras cargas (Salmo 55:22). Aun en nuestra temporada de espera o durante los tiempos en que enfrentamos desilusiones por ser rechazados de trabajos, Dios desea que seamos agradecidos. Una forma de hacerlo es pidiéndole a Dios que nos dé la sabiduría necesaria para aprovechar nuestro tiempo libre durante el desempleo. A pesar de nuestras circunstancias y frustraciones, podemos meditar en Su fidelidad y bondad. Finalmente, podemos preguntarle a Dios cómo podemos colaborar con Él en el cumplimiento de Sus planes y propósitos para nuestra vida, incluso durante nuestra temporada de espera del desempleo.