Aunque la Biblia no nos dice directamente la edad del universo, confirma repetidamente el hecho de que Dios creó el universo y todo lo que hay en él (Génesis 1; Job 38:4; Isaías 48:13; Juan 1:1-3; Apocalipsis 4:11). En la actualidad existen dos perspectivas bíblicas sobre la edad del universo: la tierra joven y la tierra vieja. Los creacionistas de la tierra joven leen literalmente el relato del Génesis y deducen una edad del universo de unos 6,000 años, basándose en las genealogías
Los versículos anteriores, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, confirman el hecho de que Dios creó el universo, la Tierra y la vida. Sin embargo, en ninguna parte de la Biblia encontramos afirmaciones directas sobre la edad del universo. Aunque una lectura literal del texto conduce a una edad de unos 6,000 años, la Biblia no pretende determinar la edad de la Tierra. Las preguntas que quedan sobre las genealogías y las posibles lagunas de tiempo en la creación hacen que algunos cristianos adopten una interpretación diferente de la edad de la Tierra. Se puede adoptar una perspectiva de edad antigua y seguir aceptando la historicidad del Génesis, incluidos unos Adán y Eva reales. Permitir una Tierra antigua no implica aceptar el ateísmo o rechazar la Biblia. Cuando la ciencia y la fe parecen estar en conflicto, dejándonos inseguros sobre qué creer, debemos confiar en la Biblia y esperar a que haya más luz sobre los detalles. Así pues, aunque el momento de la creación en las Escrituras es incierto, el hecho de la creación es sin duda presente y necesario. Las perspectivas culturales sobre el tiempo también son un factor. Los antiguos hebreos entendían el tiempo en relación con la interacción de Dios con la humanidad y el mundo natural. El tiempo se medía a partir de acontecimientos significativos, como los sábados, las cosechas y los ciclos agrícolas. En Eclesiastés 3:1-8 se describe explícitamente el tiempo como cíclico, con un patrón repetitivo de estaciones y acontecimientos. Sin embargo, el Génesis también introduce palabras para la visión lineal del tiempo que utilizamos hoy en día, como para siempre, eterno, principio y fin. En la antigua perspectiva hebrea, el tiempo no es sólo lineal o cíclico, sino más bien una compleja interacción entre estos dos conceptos. Los antiguos hebreos no tenían un concepto fijo de la edad del universo, que es una de las razones por las que no encontramos la edad declarada en el Génesis. El texto habría sido leído como un testamento del poder, la sabiduría y el amor de Dios, más que como una fuente de información científica sobre el origen del universo. Got Questions Ministries, la organización que supervisa CompellingTruth.org, adopta una postura de tierra joven, prefiriendo interpretar los días literales de 24 horas en Génesis 1. Al mismo tiempo, no tiene serios desacuerdos con la idea de que la tierra y el universo puedan ser significativamente más antiguos que 6,000 años. Un universo más antiguo de 6,000 años no causa problemas bíblicos o teológicos significativos. La edad del universo no es una cuestión sobre la que los cristianos deban sufrir dudas o discordias. Por el contrario, debemos buscar la unidad en la verdad de que Dios creó los cielos y la tierra.