¿Qué dice la Biblia?
Dios otorga a los creyentes dones espirituales por medio del Espíritu Santo, de acuerdo con Su voluntad soberana y Su plan perfecto (1 Corintios 12:11, 18). Él otorga estos dones para reflejar Su carácter, equipar a los creyentes para el ministerio y edificar el cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-13). Aunque se anima a los creyentes a desear dones que beneficien a la iglesia, todos los dones deben utilizarse con amor para glorificar a Dios y servir a los demás (1 Corintios 12:31, 13:1-3). Aunque 1 Corintios 12:31 nos dice que deseemos los dones que mejor reflejen a Dios y sirvan al bien de los demás, no debemos envidiar los dones de los demás. Comparar dones conduce a distracciones, pero reconocer y utilizar fielmente nuestros dones únicos nos ayuda a servir eficazmente y a edificar el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:14-27). Dios nos prepara para Sus propósitos, equipándonos antes de que naciéramos y guiándonos para servirle en amor y obediencia (Jeremías 1:5, Salmo 139, Efesios 2:10).