¿Qué es el don espiritual de sanidad?

Primera de Corintios 12 contiene una lista de dones espirituales que existen en la iglesia, e incluye "a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu" (1 Corintios 12:9). ¿Qué es este don espiritual de sanidad?

Como este versículo no ofrece ninguna definición del don de sanidad, existen muchas interpretaciones. Sin embargo, parece claro que las sanidades milagrosas de los apóstoles pertenecen a esta categoría. Por ejemplo, en Hechos 3, Pedro sanó a un hombre cojo de nacimiento. En Hechos 19:11-12 leemos: "Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían".

Estas acciones se utilizaban tanto para autentificar el mensaje como al mensajero del Evangelio entre nuevos grupos de personas a los que aún no había llegado el cristianismo. Por eso algunos creen que este don ya no opera hoy en día, sino que sirvió como un don de señales transitorio.

Otro punto de vista sugiere que una persona todavía puede tener el don de sanidad hoy en día. Sin embargo, esto ha sido difícil de probar y también ha sido un problema porque ha habido casos de falsas sanidades o intentos de presentar "pruebas" de los que han sido sanados.

Otros creen que el don de sanidad va más allá de las sanidades milagrosas. Este punto de vista también incluye a los profesionales de la medicina como personas que tienen el don de sanidad. Indudablemente, la idea de que los médicos cristianos pueden utilizar sus habilidades para ayudar a los necesitados y fortalecer la iglesia es bíblica. Sin embargo, ya que esta definición de sanar no se utiliza en las Escrituras en relación con el don de sanidad, asociar este punto de vista con el don espiritual de la sanidad resulta incierto en cuanto a su interpretación.

Es cierto que Dios puede hacer y sigue haciendo milagros hoy en día, incluyendo la sanidad. Puede que haya debate en cuanto a si el don de la sanidad sigue operando hoy en día, pero no hay duda de que Dios sigue interviniendo en el mundo de hoy para cambiar vidas a través de Su poder para sanar.

Cuando estamos enfermos, Dios nos dice que oremos a Él para que nos sane. Santiago 5:14-15 enseña: "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará". Esta oración por una grave enfermedad implica ponerse en contacto con los líderes de la iglesia local para orar juntos, usando aceite como símbolo de la unción de Dios para sanar.

Y lo que es más importante, Dios nos ofrece la sanidad espiritual: la salvación de nuestra alma para ofrecernos la vida eterna (Juan 3:16: Romanos 10:9). Con frecuencia a Jesús se le ha llamado el Gran Médico, el que puede sanar tanto el cuerpo como el alma, ofreciéndonos ayuda ahora y para la eternidad.