¿Por qué la salvación es un don de Dios?

Cuando la Biblia habla de la salvación como un don o regalo de Dios, enfatiza el hecho que la salvación es algo que Él nos da gratuitamente y no algo que ganamos. Efesios 2:8-9 presenta un contraste entre la salvación como regalo de Dios y las obras humanas cuando enseña: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".

En otros pasajes de las Escrituras también se habla de la salvación como un don. Romanos 5:15 dice: "Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo". En este caso, el don gratuito de la salvación está en contraposición con el pecado humano. No podemos ganar el don de la salvación de Dios con nuestros propios esfuerzos. Sólo se obtiene por la fe en Su Hijo Jesucristo.

En Juan 4:10 encontramos otro ejemplo importante. Cuando Jesús habló con la mujer junto al pozo, le dijo: "Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva". El don de Dios al que se refería era la salvación que se encuentra en Jesús.

¿Por qué la salvación es un don? En primer lugar, no se puede ganar. Se recibe por fe. Segundo, el resultado de la salvación es maravilloso: ¡la vida eterna! Juan 3:16 nos promete: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Romanos 6:23 también dice: "la dádiva (don) de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro".

Muchas religiones dicen que podemos ir al cielo si creemos y hacemos ciertas buenas obras o acciones que nos permitan llegar al cielo. Este no es el mensaje que ofrece Jesús. Si bien es cierto que los que siguen a Jesús intentan vivir según Sus caminos, la salvación no depende de lo que hagamos, sino que se obtiene únicamente por la fe y la gracia de Dios. Sin Cristo estamos muertos (Efesios 2:1-5; Colosenses 2:13); no podemos salvarnos a nosotros mismos. Sin embargo, por Su gracia, podemos recibir el don de la vida (Juan 10:10).

¿Has aceptado el don gratuito de la salvación que Jesucristo te ofrece? Si no estás seguro, puedes aceptarlo ahora mismo. No hay ninguna oración especial que tengas que hacer. Romanos 10:9 dice: "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". Puedes usar la siguiente oración para decirle a Dios que estás listo para aceptar Su don y confiar en Jesucristo como tu Salvador:

"Amado Dios, reconozco que soy un pecador y que nunca podría llegar al cielo por mis buenas obras. La salvación es un don que sólo Tú puedes dar. Por eso ahora mismo pongo mi fe en Jesucristo como Hijo de Dios quien murió por mis pecados y resucitó de entre los muertos para darme vida eterna. Por favor, perdona mis pecados y ayúdame a vivir para ti. Gracias por aceptarme y darme la vida eterna".