¿Qué es el don espiritual de liderazgo?

El don espiritual de liderazgo se menciona en Romanos 12:8, exhortando: "el que preside, con solicitud". El cristiano que tiene el don de liderazgo debe usar su don con pasión a fin de ayudar a las personas a crecer en el Señor.

La palabra griega que se usa en este versículo se refiere a alguien que gobierna a otros. Esto se podría utilizar en el contexto de un anciano de la iglesia o diácono, pero también se puede referir a los creyentes que tienen el don de dirigir en muchos otros contextos.

¿Qué significa estar capacitado para el liderazgo? Un líder es una persona que Dios ha dotado para inspirar y coordinar las acciones de otros. Un líder temeroso de Dios capacitará a las personas para que trabajen juntas con el fin de alcanzar metas justas que honren a Dios y ayuden a los demás. Los creyentes tienen una diversidad de dones. Los líderes son aquellos que tienen el don de ayudar a las personas con otros dones para que trabajen juntos y logren un mayor impacto.

Sin embargo, los líderes que obedecen a Dios reconocen que su rol es servir al Señor. El apóstol Pablo inició sus cartas llamándose a sí mismo "siervo de Jesucristo". Santiago, medio hermano de Jesús, dirigió la primera iglesia en Jerusalén, pero se presentó como "siervo de Dios y del Señor Jesucristo" (Santiago 1:1).

Con frecuencia, la Biblia utiliza la analogía del pastor para destacar la relación entre un líder y sus seguidores. Un buen pastor lleva a sus ovejas a un lugar seguro y les da provisiones y protección. El objetivo del pastor no es su propio bienestar, sino servir y mejorar la condición de sus ovejas.

Del mismo modo, el objetivo de un líder de Dios no es centrarse en el orgullo personal o la posición, sino más bien guiar a sus seguidores hacia metas y acciones que sean justas. Las posiciones de liderazgo en la iglesia primitiva tenían el propósito de conducir a la madurez, la unidad y el amor: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:11-13).

Pedro enseñó a los líderes de Dios con estas palabras "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1 Pedro 5:2-4). Los líderes deben pastorear, dar dirección, servir de buena gana, servir de corazón y ser ejemplos para los que están a su cargo.