¿Qué es el don espiritual de la fe?

La lista de dones espirituales en 1 Corintios 12:4-11 dice: "a otro, fe por el mismo Espíritu" (versículo 9), incluyendo la fe como don espiritual. Todo cristiano tiene fe, especialmente porque somos salvos por gracia mediante la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9), sin embargo, las Escrituras también dicen que hay quienes tienen fe como un don. ¿Qué es ese don espiritual de la fe?

Primera de Corintios 12:9 no define específicamente el don de la fe. No obstante, Jesús menciona la importancia de tener, aunque sea una mínima cantidad de fe: "Porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible" (Mateo 17:20).

En otro pasaje, Jesús compartió la relación entre la fe y la oración: "De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis" (Mateo 21:21-22). Santiago 1:5-8 también subraya la importancia de la fe en la oración.

Por eso, muchos consideran que el don de la fe está estrechamente relacionado con la oración. Desde hace mucho tiempo se ha observado que algunos creyentes tienen el don natural de orar con fe de una manera que otros creyentes no tienen. Esas oraciones pueden "mover montañas".

Hebreos 11 también enfatiza la importancia de la fe. Es posible que muchos de los mencionados en este capítulo fueran personas con el don de la fe. Por ejemplo, Abraham siguió por fe el llamado de Dios a dejar su tierra y su pueblo para viajar a una tierra desconocida que Dios dijo que él y sus descendientes heredarían. Por fe, Josué guió al pueblo de Israel alrededor de Jericó y Rahab creyó por fe y fue rescatada de la destrucción de la ciudad.

La vida de Noé sirve como un claro ejemplo de alguien que tuvo una gran fe. Dios le dijo a Noé que construyera un arca para rescatar a su familia de un gran diluvio. Actuó con fe, dando como resultado mucho trabajo, la construcción de quizás el barco más grande de su tiempo. Su fe se reflejó en acciones que agradaron a Dios y ayudaron a los demás.

Como con otros dones espirituales, el don de fe es para animar a los demás. Aquellos que tienen el don de la fe expresan su don a través de oraciones fieles en favor de los demás y pueden ayudar a otros a buscar a Dios con fe cuando dudan.