¿Qué dice la Biblia?
El término "dinosaurio" se derivó en 1841 del griego deinos (terrible) y sauros (lagarto). Por lo tanto, no se encuentra en el texto original de la Biblia. Sin embargo, la Biblia sí menciona criaturas misteriosas, grandes y poderosas. En el Antiguo Testamento se suele hacer referencia a estas criaturas como "tanniyn", "leviatán" o "behemot". Tanniyn, traducido como "monstruo marino", "serpiente marina" o "dragón", puede haber sido algún tipo de reptil gigante. Se menciona casi treinta veces en el Antiguo Testamento (por ejemplo, Salmo 74:13; Isaías 27:1; Jeremías 51:34). Leviatán, una criatura marina grande y feroz, se menciona seis veces, en Job 3:8; 41; Salmo 74:14; 104:25-26; e Isaías 27:1. Behemot, una especie de gran criatura terrestre que habita junto al agua, se describe en Job 40:15-24. El concepto de monstruos marinos como el Leviatán y el Behemot tuvo un impacto significativo en el pensamiento y la literatura judíos. Servían como símbolos del poder y la autoridad de Dios, así como recordatorios de los peligros e incertidumbres del mundo natural. Aunque la Biblia no proporciona pruebas directas de la existencia de dinosaurios, contiene descripciones de criaturas gigantescas y antiguas que podrían haber sido dinosaurios o bestias similares.