¿Debería diezmar una iglesia? ¿Deben las iglesias diezmar el 10% de las ofrendas que reciben?
Bajo la Ley Mosaica, los judíos estaban obligados a diezmar, una palabra que significa la décima parte. En 1 Corintios 16:1-2, los creyentes son llamados a apartar algo para la iglesia, pero no se especifica ningún porcentaje. Por el contrario, se debe dar voluntariamente, no por obligación, y con un corazón alegre (ver 2 Corintios 9:7). Esta ofrenda va a la iglesia local. Muchas iglesias locales dan una porción de lo que reciben para apoyar otros ministerios. En algunas denominaciones, se espera que cada iglesia dé el 10% de las ofrendas que recibe a la denominación para apoyar el trabajo de la denominación y el alcance misionero mundial. ¿Es bíblica la práctica de que una iglesia diezme el 10% de sus ofrendas? Aunque no cabe duda de que es bíblico que una iglesia dé para ayudar a los que están fuera de su iglesia local, no es necesario ningún método en particular. Una iglesia puede elegir dar el 10% de sus ofrendas, o cualquier otra cantidad, para trabajar fuera de su iglesia. Algunas iglesias incluso se fijan el ambicioso objetivo de dar el 20% o incluso el 50% de todas las ofrendas que reciben para servir a otros necesitados.
Lo que una iglesia puede dar a los que están fuera de su congregación local dependerá mucho de un lugar a otro. Una congregación alejada en un país en vías de desarrollo puede no tener los recursos financieros para apoyar otros ministerios, pero aún así puede ayudar a los necesitados de su comunidad local. Una congregación pudiente en una gran ciudad, sin embargo, puede utilizar su abundancia para ayudar a muchos otros, llegando a ser una bendición para los necesitados.
Algunos programas de plantación de iglesias utilizan hoy el concepto de que la iglesia diezma el 10% para reproducir nuevas iglesias. Por ejemplo, el grupo de plantación de iglesias financia la nueva iglesia durante dos años. Después de dos años, la nueva iglesia comienza a dar el 10% de las ofrendas que recibe al grupo de plantación de iglesias para comenzar aún más iglesias. Aunque no es un requisito bíblico, este modelo se ha utilizado para ayudar a reproducir muchas congregaciones locales nuevas.
Una vez más, algunas denominaciones también practican este modelo. Si cada iglesia de la denominación da el 10% de lo que recibe para el trabajo de la denominación, se puede realizar mucho trabajo misionero mediante la combinación del esfuerzo de muchas iglesias que trabajan juntas.
En 2 Corintios 8:1-4 leemos: "Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos". Estos creyentes estaban en la pobreza, sin embargo, dieron abundantemente para ayudar a los pobres en otros lugares, y por ello fueron considerados generosos. Nuestro objetivo también debería ser ayudar a los necesitados de la forma que podamos, ya sea a través de una donación proporcional del 10% o de alguna otra forma.
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