La "diestra de la comunión" en Gálatas 2:9 simboliza el acuerdo, la asociación y la unidad en el ministerio. Pablo y Bernabé fueron reconocidos por Santiago, Cefas y Juan cuando se les encomendó la difusión del Evangelio a los gentiles. El término "comunión" (koinonia) se refiere a la asociación o amistad compartida, y subraya la importancia de la comunidad dentro de la Iglesia. Este gesto revela de forma tangible el reconocimiento de una persona como parte del cuerpo de creyentes. Es una acción que simboliza la necesidad de unidad, estímulo mutuo y apoyo entre los cristianos. El compañerismo sigue siendo esencial hoy en día en la iglesia y entre los creyentes, ya que tratamos de vivir como la familia de Dios.
En la práctica, extender la mano derecha de la hermandad equivale a estrechar la mano de alguien o agarrarle el antebrazo para significar un acuerdo, un vínculo de confianza o establecer una nueva relación de colaboración. Es un gesto de bienvenida. La mano derecha de la hermandad es un signo visual de bienvenida a la hermandad y a la comunidad. Para Pablo y Bernabé, recibir la mano derecha de la hermandad significó su aceptación en el grupo más establecido de discípulos que ya predicaban el Evangelio. Hoy en día, algunas iglesias hablan de la "mano derecha de la comunión" para dar la bienvenida a los nuevos miembros e incluso celebran una ceremonia formal en la que el nuevo miembro es presentado y saludado por los demás con un apretón de manos. El compañerismo y la comunidad son vitales para los creyentes. El compañerismo es clave para que funcionemos juntos como el cuerpo de Cristo y la familia de Dios. En su oración sacerdotal, Jesús pidió, en parte: "para que todos sean uno. Como Tú, oh Padre, estás en Mí y Yo en Ti, que también ellos estén en Nosotros, para que el mundo crea que Tú Me enviaste." (Juan 17:21). El compañerismo es una de las formas en que trabajamos y mantenemos la unidad. Lo vemos incluso en Gálatas 2:10; Pablo y Bernabé recibieron instrucciones de acordarse de los pobres, algo que ya habían querido hacer. Los líderes estaban de acuerdo entre sí y unidos para seguir adelante. Ya sea que demos la "mano derecha de la comunión" literal o metafóricamente, el concepto sigue siendo importante para las iglesias de hoy. Pablo escribió a los filipenses: "Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, hagan completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito." (Filipenses 2:1-2).