Los cuatro seres vivientes del Apocalipsis: ¿quiénes son?

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En resumen:

Los cuatro seres vivientes del Apocalipsis adoran a Dios sin cesar. Su alabanza a Jesús nos llama a proclamar quién es Él y lo que ha hecho a través de una vida de adoración.

Del Antiguo Testamento

  • La fragancia de las oraciones de los santos, contenidas en las copas de los cuatro seres vivientes, fue simbolizada por primera vez por el incienso que ardía en el tabernáculo (Éxodo 25:6).
  • Los cuatro seres vivientes se asemejan mucho a las criaturas descritas en Ezequiel 1:10 e Isaías 6:2.

Del Nuevo Testamento

  • Los cuatro seres vivientes se describen en Apocalipsis 4:6-9, 5:6-14, 6:1-8, 14:3, 15:7 y 19:4. Se dice que están “llenos de ojos por delante y por detrás”, y a Juan le parecen un león, un becerro, un hombre y un águila en vuelo. Cada uno tiene seis alas y siempre están diciendo: “Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir”.
  • En respuesta a la adoración de los cuatro seres vivientes, los veinticuatro ancianos arrojan sus coronas ante el trono de Dios en señal de acuerdo (Apocalipsis 4:10-11).
  • Uno de los aspectos más interesantes de los cuatro seres vivientes es que demuestran que Jesús, el Cordero de Dios, es igual a Dios mismo. Su adoración al Cordero en Apocalipsis 5:6-14 está claramente dirigida a Jesucristo (Apocalipsis 5:5, 9-10), y dicen: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: «El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza»” (Apocalipsis 5:11-12). Y también: “Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: «Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, el honor, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos»” (Apocalipsis 5:13).
  • Los cuatro seres vivientes del Apocalipsis son especiales entre los seres angélicos. Existen para alabar a Dios eternamente ante Su trono, y sostienen “copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos” (Apocalipsis 5:8).
  • Estos seres contienen las oraciones de todos los creyentes a lo largo del tiempo, una ofrenda fragante ante el trono de Dios (Apocalipsis 8:3-4).
  • No está claro si los pasajes de Ezequiel e Isaías describen a los mismos cuatro seres vivientes, pero es muy probable que pertenezcan a la misma orden exaltada de ángeles, cuya labor principal es adorar a Dios y proclamar Su santidad (Apocalipsis 19:4).

Implicaciones para hoy

Los cuatro seres vivientes se postran y adoran al Cordero, junto con “el que está sentado en el trono”: Dios Padre. Las Escrituras dejan claro: “el SEÑOR es Dios; no hay otro fuera de Él” (Deuteronomio 4:35; 1 Reyes 8:60). Dios habló por medio de Isaías, diciendo: “Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; Fuera de Mí no hay Dios” (Isaías 45:5). Jesucristo también respondió a la pregunta de los fariseos sobre Su identidad diciendo: “Antes que Abraham naciera, Yo soy” (Juan 8:58). Basándonos en el posterior intento de apedrear a Jesús, sabemos que Su afirmación “Yo soy” se interpretó como “Yo soy Dios”, y los fariseos lo tomaron como una blasfemia. Pero las palabras y la adoración de los cuatro seres vivientes dejan claro que Jesús decía la verdad. Nosotros también adoramos a Jesús por quien es. Como creyentes, reconocemos Su soberanía y divinidad, y que Él es digno de todo honor, gloria y alabanza. Así como los cuatro seres vivientes y toda la creación lo adoran, nosotros también estamos llamados a adorarlo en espíritu y en verdad, comprendiendo que Él es tanto nuestro Salvador como nuestro Rey. Lo hacemos alabándolo, dándolo a conocer, tratando de honrarlo en todo lo que hacemos y reflejando Su carácter, verdad y amor al mundo. Cuando elegimos perdonar, arrepentirnos de nuestros pecados, orar o mostrar bondad a nuestros enemigos, lo reflejamos y lo adoramos. Al adorar a Jesús, afirmamos Su papel en nuestras vidas como Aquel que nos ha redimido y ha asegurado nuestro futuro eterno con Dios Padre.

Comprende

  • Los cuatro seres vivientes adoran a Dios y participan en la presentación de las oraciones de los creyentes.
  • Los cuatro seres vivientes afirman la divinidad de Jesús a través de su alabanza.
  • El ejemplo de los cuatro seres vivientes llama a los creyentes a la adoración.

Reflexiona

  • ¿Cómo reflejas la adoración a Jesús, como hacen los cuatro seres vivientes, en tu vida cotidiana?
  • ¿Cómo puedes profundizar tu conciencia de quién es Dios y de lo que ha hecho?
  • ¿Qué significa para ti adorar a Dios continuamente en tu vida?

Ponlo en práctica

  • ¿Qué podemos aprender de la adoración continua de los cuatro seres vivientes sobre la importancia de vivir una vida de adoración a Él?
  • ¿De qué manera la representación de los cuatro seres vivientes como símbolos de la santidad de Dios desafía la forma en que vemos el papel de los ángeles en las Escrituras?
  • ¿Cómo podemos participar activamente en la presentación de nuestras oraciones como ofrendas fragantes a Dios?