¿Es la Pascua algo que los cristianos deberían celebrar?
El pueblo judío ha celebrado la fiesta de la Pascua durante cientos de años para conmemorar la noche en que el ángel de la muerte pasó sobre ellos durante la décima plaga que Dios infligió a los egipcios. Esa noche, los judíos recibieron instrucciones de pintar la sangre de un cordero en los postes de sus puertas; como resultado, los primogénitos de sus hijos y del ganado se salvaron. Esta demostración del gran poder de Dios provocó la libertad de los israelitas de la esclavitud en Egipto. Dios ordenó a su pueblo que observara la Pascua cada año para recordar el milagro de esa noche y transmitir la historia de la protección de Dios a sus hijos (Éxodo 12: 25–27). Además de que la Pascua es una mirada retrospectiva a la provisión de Dios, también fue un presagio de la provisión por venir: Dios envía a su perfecto cordero sacrificial, Jesús, para expiar nuestros pecados y salvarnos de la muerte eterna. Aunque hay muchos judíos que no creen que esta expiación haya tenido lugar, los cristianos de todo el mundo reconocen que la muerte de Jesús en la cruz permitió que el juicio de Dios nos "pasara por alto". Es por esta razón que hoy la Pascua es celebrada por judíos y cristianos por igual.
Si bien los cristianos no están obligados a celebrar la Pascua, hay varias razones por las que muchos eligen celebrar una Pascua Seder (cena ritual). Una comida Seder es rica en herencia judía, y nos da una comprensión de cómo los judíos adoraban a Dios en la Biblia y lo que Dios requería de ellos. También es una imagen de la esclavitud de los israelitas en Egipto y la liberación de Dios.
El Seder suele ser dirigido por un Haggadah, una especie de "guión" que determina el orden de la comida y describe las diversas tradiciones asociadas con ella. Un Hagadá Seder cristiano está lleno de paralelismos entre la celebración de la Pascua judía y el sacrificio de Jesús por nosotros en la cruz. Muchas de las tradiciones asociadas con la fiesta original de la Pascua eran una imagen de lo que vendría. Por ejemplo, la esclavitud en Egipto es paralela a nuestra esclavitud con el pecado antes de depositar nuestra confianza en Cristo; las cuatro copas de vino simbolizan las promesas de Dios cumplidas a través de Jesús; el pan matzá oculto significa redención; el hueso de cordero representa el Cordero de la Pascua sacrificado; los otros elementos variados no solo miran hacia atrás a la liberación de Dios del pecado, sino que también esperan nuestra liberación final cuando Jesús regrese.
Aunque una celebración de la Pascua no es un requisito, puede ser una experiencia muy enriquecedora y reveladora para los cristianos a medida que aprenden más sobre la historia judía y experimentan de primera mano la hermosa imagen de la liberación de Dios para todo su pueblo.
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