¿Por qué Dios permite que le ocurran cosas buenas a la gente mala?

Aparte de preguntarnos por qué Dios permite que le ocurran cosas malas a la gente buena, muchos se preguntan por qué Dios permite que le ocurran cosas buenas a la gente mala. ¿Qué enseña la biblia sobre este tema?

En primer lugar, Jesús enseñó claramente que muchas de Sus bendiciones caen sobre todas las personas, independientemente de su comportamiento o actitud hacia Él. Mateo 5:45 dice: "vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos". Hechos 14:17 añade: "si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones".

En segundo lugar, con frecuencia sólo vemos el bien que le sucede a la gente mala y no toda la situación. Por ejemplo, en el Salmo 73:4-5, Asaf dijo: "Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero. No pasan trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los demás hombres". En su situación de desánimo, Asaf sólo veía las cosas buenas que experimentaban los impíos, en lugar de ver tanto sus bendiciones como sus luchas.

En tercer lugar, las bendiciones que experimentan los malvados se limitan sólo a esta vida. En el relato del hombre rico y Lázaro, el hombre rico pedía ayuda durante su tormento. Se le recordó que las cosas buenas tuvieron lugar durante su vida en la tierra mientras Lázaro vivía en el sufrimiento. Abraham le dijo al rico: "Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida" (Lucas 16:25). En la eternidad, los hijos de Dios disfrutarán de la alegría eterna mientras que los que no son seguidores de Cristo experimentarán la separación eterna de Dios.

En Malaquías 2:17, el pueblo de Dios fue reprendido por cuestionar la bondad de Dios sobre los que hacen el mal. Leemos: "Habéis hecho cansar al Señor con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada al Señor, y en los tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de justicia?". Las bendiciones de Dios suelen aplicarse a todas las personas. Nuestra visión de la bendición de los malvados suele ser muy limitada. Además, cuando cuestionamos la bendición de Dios sobre los malvados, estamos mirando sólo desde una perspectiva terrenal. Después de esta vida, la persona que ha depositado su fe en Cristo por la fe es la que experimentará la vida eterna (Juan 3:16; Efesios 2:8-9). Esta bendición final de vivir en la presencia de Dios por la eternidad supera con creces cualquier situación que parezca injusta o inequitativa en este mundo.

No es un error analizar por qué Dios bendice a los que hacen el mal, pero ciertamente es una imagen incompleta de la obra de Dios en nuestras vidas y en las de los demás. En lugar de cuestionar la equidad o la justicia de Dios, estamos llamados a confiar en Su amor y en Su justicia final. Aquellos que son perseguidos o vituperados por su fe en Dios en esta vida son considerados bienaventurados (Mateo 5:11-12), pero su recompensa en la eternidad será grande.