¿Qué significa contender por la fe?

featured article image

En resumen:

Contender por la fe implica un trabajo duro y diligente. Judas exhorta a sus lectores a luchar por el mensaje del evangelio contra quienes intentan debilitarlo.

Del Antiguo Testamento

  • Las batallas de la nación de Israel para poseer la tierra que Dios les dio, descritas en el libro de Josué, pueden servirnos hoy de metáfora. Mientras Israel se defendía y luchaba contra los cananeos, vemos un reflejo de nuestra necesidad de confiar en que el Señor luche por nosotros a medida que avanzamos para eliminar el pecado de nuestras vidas, defender la verdad y contender por la fe.

Del Nuevo Testamento

  • Este impulso a luchar por el evangelio, o a contender por la fe, se encuentra en otras partes de las epístolas. En 1 Corintios 9:24-27, Pablo compara su vida con una carrera. Los atletas practican el autocontrol para ganar una corona temporal, pero nosotros vivimos para la eternidad. Pablo habla de correr con propósito, resistencia y autodisciplina, “no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo sea descalificado”.
  • En 1 Timoteo 6:12-14, Pablo anima a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe. Echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos. Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”.
  • Filipenses 1:27 habla de los creyentes que deben estar “firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio”.
  • Efesios 6:12 insta a los creyentes a ser fuertes en el Señor porque nuestra batalla es, en última instancia, espiritual. Si somos perezosos y tomamos el evangelio a la ligera, dejando que las doctrinas de los hombres, las tradiciones, el legalismo o el liberalismo pesen más que las Escrituras, entonces habremos perdido la batalla.

Implicaciones para hoy

Al final de su carta, Judas da instrucciones prácticas sobre cómo contender por la fe y cómo animar a una congregación que tiene falsos maestros en su seno: “Pero ustedes, amados, edificándose en su santísima fe, orando en el Espíritu Santo, consérvense en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Y tengan misericordia de algunos que dudan; a otros, sálvenlos, arrebatándolos del fuego; y de otros, tengan misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne” (Judas 1:20-23). Debemos contender por la fe edificándonos en ella (2 Pedro 1:5-10) y orando en el Espíritu Santo (Efesios 6:18). También debemos ser sensibles a las necesidades de la congregación, ya que muchos pueden estar luchando en su fe debido a las doctrinas del falso maestro. Debemos odiar la presencia del pecado, llamando a nuestros hermanos y hermanas en Cristo a apartarse de él, y al mismo tiempo mostrar misericordia a los que dudan (cf. 1 Tesalonicenses 5:14; Santiago 5:19-20). No solo luchamos por la verdad para nosotros mismos, sino también por los que nos rodean: por los más débiles, los que se dejan engañar fácilmente, los más jóvenes o los más impresionables. Para “contender”, también debemos estar listos para “defender”. El desafío de Pedro a los creyentes era: “sino santifiquen a Cristo como Señor en sus corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con mansedumbre y reverencia” (1 Pedro 3:15). Por lo tanto, debemos conocer la Palabra de Dios y defender lo que creemos, tanto por nosotros mismos como por los demás.

Comprende

  • Contender por la fe significa defender activamente la verdad del evangelio contra las falsas enseñanzas.
  • Contender por la fe implica saber lo que creemos y estar preparados para compartirlo, mientras confiamos en Aquel que sostiene nuestra fe.
  • Contender por la fe ayuda a otros que son más débiles en la fe, más jóvenes o que luchan, manteniéndose firmes contra la influencia del pecado.

Reflexiona

  • ¿Cómo has respondido en situaciones en las que tu fe se ha visto desafiada por falsas enseñanzas o dudas?
  • ¿De qué manera puedes edificarte activamente en la fe para estar mejor preparado para contender por el evangelio?
  • Cuando veas que otros luchan con su fe, ¿cómo puedes ofrecerles apoyo manteniéndote fiel a la verdad del evangelio?

Ponlo en práctica

  • ¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos vigilantes contra las falsas enseñanzas al tiempo que mantenemos la compasión por los que dudan?
  • ¿En qué se parece la contienda por la fe de hoy a la forma en que se describe en las Escrituras?
  • ¿Cómo podemos equilibrar el mantenernos firmes en la verdad bíblica con mostrar misericordia y gracia a los que luchan con sus creencias?