¿Alguno de los atributos de Dios está por encima de todos los demás?

Esta pregunta puede ser vista de dos maneras. Primero, ¿cuáles de los atributos de Dios están por encima de todos los demás para Él personalmente? Y segundo, ¿cuáles de los atributos de Dios están por encima de todos los demás con respecto a nuestra comprensión de Él y de nosotros mismos como Sus hijos? Debido a que Dios es perfecto, cada atributo que Él tiene también es perfecto y podría considerarse de igual importancia que cualquier otro atributo. Sus atributos no pueden clasificarse como si algunos fueran más críticos que otros con respecto a quién es Él. Sin embargo, la manera en que nuestras mentes humanas comienzan a comprender Sus atributos y cómo se relacionan con nuestra comprensión y relación con Dios es importante. Hablando humanamente, la forma en que entendemos los atributos de Dios viene en un cierto orden.

El hecho de que Dios es perfecto significa que cada faceta de Su ser, cada cualidad que tiene, también debe ser perfecta. La omnipotencia, la omnisciencia y la omnipresencia de Dios, por ejemplo, no serían posibles por sí solas, porque para tener una debes tener las otras. Por lo tanto, ni ser todopoderoso ni omnisciente ni omnipresente es más importante que las demás. Cada atributo que Dios tiene es perfecto, los hace de igual importancia y se combina en una gran culminación dentro del único Dios perfecto e infinito (Isaías 6: 3).

Nosotros, como humanos, estamos lejos de ser infinitos o perfectos de cualquier manera. Esto significa que nuestra comprensión de los atributos de Dios debe venir gradualmente, en incrementos pequeños. Necesitamos entender ciertos elementos del carácter de Dios antes de poder avanzar al siguiente nivel de nuestra comprensión. Un nivel básico de comprensión del carácter de Dios como ser humano es comprender su perfección y su santidad, y cuán fuerte es la diferenciación que se crea entre Dios y el hombre (Éxodo 15:11). Cuando entendemos esta diferencia principal, podemos comprender mejor sus otros atributos y entender cómo Él es capaz de poseerlos.

Piénselo de esta manera: tenemos que desarrollar un entendimiento de los atributos exclusivos de Él antes de que podamos entender realmente Sus atributos cuando se relacionan con nosotros. Para entender las cualidades de Dios como Su justicia o Su amor por nosotros, primero debemos tener un fundamento que comprenda y, por lo tanto, afirme Su santidad, omnipotencia y soberanía (Salmo 115: 3; Salmo 103: 19; Romanos 9:18). Porque es a partir de estos atributos que los otros surgen. Es cuando aprendemos de los atributos fundamentales de Dios que se relacionan directamente a Él siendo Dios (santidad, soberanía, etc.) que somos capaces de tener una comprensión adecuada de los atributos relacionados con su personalidad (el amor, la justicia, la bondad, etc.) y cómo Él nos extiende estos atributos.