¿Deberían los cristianos tomar analgésicos?
Como cristianos, leemos en la Biblia que ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a Dios. “¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios." (1 Corintios 6: 19-20). La Biblia también nos dice que los cristianos deben vivir con sensatez y alerta para representar el evangelio (1 Pedro 3:15). A la luz de estos versículos, debemos permanecer conscientes de cómo tratamos nuestro cuerpo, teniendo especial cuidado con cualquier cosa que pueda dañar nuestro cuerpo, alterar nuestra conciencia o hacernos perder el control. La medicina no es antibíblica. Lucas, el escritor de uno de los evangelios y del libro de los Hechos, era médico. Además, Pablo instruyó a Timoteo que usara un poco de vino para su enfermedad (1 Timoteo 5:23). De hecho, Proverbios 31: 6 nos dice que el alcohol se usaba para aliviar el dolor y otros síntomas.
Es el abuso de alcohol y medicinas lo que debemos evitar (Proverbios 23:20; Romanos 13:13; Gálatas 5: 19–21; Efesios 5:18; 1 Tesalonicenses 5: 6–8). Esto incluye analgésicos. Algunos analgésicos son más adictivos que otros; algunos provocan una pérdida de control o percepción y conciencia. Al igual que otros medicamentos, los analgésicos deben usarse con precaución y sabiduría, y bajo la supervisión de un profesional médico. Santiago 1: 5 nos dice que le pidamos a Dios sabiduría y Él la concederá.
No debemos maltratar nuestros cuerpos mediante el uso de sustancias que alteren nuestra mente y nuestro cuerpo de una manera impía. De manera similar, no debemos maltratar nuestros cuerpos evitando sustancias que están destinadas al tratamiento de enfermedades. Dios nos provee a través del avance de la ciencia médica, recetas médicas y tratamientos.
En el peor de los casos, el mal uso de tales bendiciones incluye su exceso, la mala aplicación, la adicción, causarse daño a uno mismo o a otros y violar la ley. En el mejor de los casos, el uso de la medicina puede corregir algunos de los resultados de la Caída, que introdujo dolor, enfermedad y muerte en la humanidad. Depende de nosotros encontrar con oración un uso que honre a Dios del medicamento cuando se necesite, incluidos los analgésicos.
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